María del Carmen Montoya nació en Manizales, Colombia, pero llegó a nuestro país hace 10 años, enamorada del asado y de nuestras costumbres. “Yo vine con mi familia. Primero vino el papá de las niñas y a los dos años me vine yo con mis hijas, por tierra”. Mechi aprovechó ese viaje para hacer un poco de turismo: “Un viaje espectacular. Ocho días en auto. Conocí Perú, Chile, espectacular”.
Pero, antes de instalarse, su marido hizo un estudio del lugar: “Mi esposo se vino 2 años a Buenos Aires, a buscar nuevos rumbos. Vino con su hermano, ellos trabajan de forma independiente, haciendo muebles artesanales. Y él me propuso que venga con las niñas”. Mechi trabaja en una empresa de limpieza desde hace un año. Antes trabajó en una fábrica de enlatados.
Consultada sobre su relación con los argentinos, asegura que “a mí me ha ido bien y me ha ido mal, como en todas partes. A unos les caemos bien, a otros no les caemos mal. Pero siempre con respeto. Si alguien no me respeta, me hago respetar igual”, asevera Mechi, de carácter y presencia imponentes. Y, laboralmente, el tema es similar: “Si uno llega y cae bien, de pronto está bien. Pero, si se encuentra con una persona que no le agrada, está uno mal. Yo creo que eso es aquí, eso es allá, es en todas partes. Pero como extranjero es un poco más complicado”.
Sus gustos en Argentina
Sobre nuestra oferta gastronómica, armó su top 3: “Me gusta el asado porque soy bastante carnívora. También el pollo al disco y los alfajores”. Pero también destaca algunos aspectos de nuestro relieve, curiosamente. “Me gusta mucho Argentina porque es plano. Es que, en Manizales, donde yo vivía, las calles son paradas, mucha montaña. Cuesta montar en bicicleta o en patines, en cambio, acá uno se monta en rollers o en bicicleta y se anda todo Mendoza”.
No obstante, no todo es color de rosas aquí: “El clima es lo que más me ha matado. En Manizales el clima es tropical, no hay verano, no hay primavera, no hay otoño. Encima, mi ciudad es de las más frías. Allá la temperatura no te va a pasar de 25 grados ni te va a bajar a 10. Acá es complicado el verano y es complicado el invierno”.
Además, Mechi no se pone fechas sobre su estadía en Argentina: “Pues, mis niñas estudian. Mi hija de 21 años está estudiando Licenciatura en Trabajo Social, en la Universidad de Cuyo. La otra está terminando la secundaria. Por lo menos hasta que ellas estudien, voy a estar acá”.
Argentino, mendocino. Licenciado en Comunicación Social y Locutor. Emisor de mensajes, en cualquiera de sus formas. Poseedor de uno de los grandes privilegios de la vida: trabajar de lo que me apasiona. Lo que me gusta del mensaje escrito es el arte de la imaginación que genera en el lector. Te invito a mis aventuras.