Los misioneros son personas orgullosas de su principal producto económico y lo demuestran de múltiples maneras. Tanto por la cantidad de consumo de yerba mate como por la infinidad de poemas dedicados en su nombre. Pero también lo hacen de otras maneras, por ejemplo, utilizándola de las formas más insólitas. Desde comidas hasta postres, pasando por combustibles, llegando a indumentaria de moda. ¡La yerba mate es así, da para todo!
Es que la yerba mate está pasando por un buen momento. Y no solo en términos de producción, sino de “fama”. Hubo un tiempo en que la hoja verde estuvo prohibida, allá por el 1500. En ese momento se la consideraba una infusión para “vagos” y “adictos”. Hoy, la suerte de la plantita ha dado un vuelco de 180º. La yerba mate goza de gran aceptación no solo en Argentina, sino en el mundo entero. Su consumo se ha “viralizado” en países del Medio Oriente y más allá. Los misioneros han tomado nota de esto y han puesto “manos a la obra” o, mejor dicho, a la planta. Y han creado decenas de cosas, una más apasionante que la otra.
Manos a la planta
Cada día se descubren nuevos beneficios de la yerba mate para el ser humano. Y no solo sus propiedades antioxidantes, diuréticas, estimulantes y energizantes. Sino también sus propiedades curativas. Por ejemplo, para cuestiones como la cura de la Gripe A. Así como escucharon, la Ilex paraguariensis podría colaborar en una vacuna contra la enfermedad.
Si de inventos hablamos, los misioneros acumulan cientos a base de yerba. Mate, tereré, helado de yerba mate, alfajores, pizzas, tragos y cocteles, son algunos de los más conocidos. Pero los de la tierra colorada van más allá y le buscan la vuelta. El combustible a base de desechos de yerba mate es una investigación en proceso, aunque por ahora sigue siendo un sueño.
¿Y si en vez de solo consumirla nos vestimos con ella?
Verónica Bergottini es una científica misionera que se hizo esta misma pregunta. La respuesta fue la creación de Tilex. Una tela similar al cuero, pero generado con microorganismos de yerba mate. La misionera lanzará su primera cápsula comercial, que será de accesorios y marroquinería. Pero para más adelante promete futuras prendas como faldas y tops.
Misionero y argentino por elección. Profesor de Historia (UBA), aficionado a la astronomía y a la ciencia ficción. Soy docente en el nivel medio y superior, pero antes fui maestro heladero, librero, administrativo, encuestador, mozo y hasta repartidor de películas de VHS. Mi pasión es escribir. Tengo unos cuantos cuentos y unas cuantas historias para contar. Como dicen por mi zona, solo “entre, pase y pregunte”.