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Los autitos chocadores del Italpark

7.000 muertos por año en accidentes de tránsito. Somos el problema pero también la solución.

Así somos
celular al volante

Manejamos como si estuviéramos en los autitos chocadores del Itlapark o de la feria del pueblo de cuando éramos chicos.

Cuando uno habla por el celular, el cerebro imagina lo que está haciendo la persona con la cual conversamos y desconecta temporalmente con lo que estamos haciendo. La próxima vez que estén manejando y hablando por el celular a la vez, recuerden estas palabras y hagan la prueba de tomar conciencia sobre qué están pensando en ese momento. Les juro que no falla. El cerebro desconecta una parte para imaginar lo que escucha mientras mantiene activas otras funciones que son las que mecánicamente nos permiten seguir manejando el auto. Esto no lo podríamos hacer con algo que hacemos por primera vez o que no tenemos incorporado aun. A estos efectos es lo mismo si usás la función 'manos libres' o no. El cerebro desconecta una parte de sus funciones para conectar con lo que escucha a través de los oídos de la misma manera que si lo tenés en la mano. Claro: tenerlo en la mano significa tener solo una mano para lo demás. Si manejás un vehículo con caja de cambios automática eso 'demás' será solo el volante. Lo que te puede parecer poco hasta que uno se te cruza mal por delante. O te tira el auto encima...

Ese es el verdadero peligro de manejar y hablar por el celular a la vez. 

¿De qué hablamos cuando hablamos de 'peligro'?

Argentina es uno de los países con más muertes causadas por accidentes de tránsito del mundo. Las estadísticas son sostenidas en los últimos años, lo que indica que estos paises no hacen mucho por solucionar el problema. Así que andamos más menos en el sexto lugar desde hace mucho. Son unas 7.000 personas muertas por año. A las que hay que sumarles a las que quedan discapacitadas motrices o cerebrales, de las cuales no hay registro. Es una barbaridad. Una locura. Si pensamos que el parque automotor se renovó y se sigue renovando muy bien en el país, es decir que los vehículos responden bien en una emergencia, solo queda pensar en el factor humano como principal causante de los accidentes.

Manejamos más que horrible. Y ya lo expresé en otra nota: los que nos enseñan a manejar, tampoco saben hacerlo. Es como que el profesor de matemáticas no sepa multiplicar cifras simples; un dos por tres, ponele. Así de grave. O volvé a leer los números en el párrafo anterior. 

También hablo de 'vehículos' más que de automóviles solamente porque lo loco es que la gente del transporte también lo hace: camioneros, colectiveros, delivery boys, repartidores en camioneta. Todos manejan hablando por el celular o lo que es peor, mandando y recibiendo mensajes de texto. Si andás en moto lo ves clarito, porque vas a la altura de las ventanillas de casi todos los vehículos, un poco más arriba o un poco más abajo. Gravísmo, ¿no? Pero ¿alguna vez le dijiste algo al colectivero que te llevaba y manejaba hablando por el celu?

El tema legal

¿Por qué 'el tema legal' será siempre un tema en nuestro amado país? ¿Cuándo vamos a poner a la Justicia en orden? Y no me refiero solo a la Justicia penal. Todo está mal. La Justicia contravencional también. Y los únicos culpables somos nosotros mismos. En la Ciudad de Buenos Aires hay tres millones de habitantes y por día ingresa un millón más. Obviamente el tránsito es de los más voluminosos del país. Dado que hay cero rutas en la ciudad salvo por las autopistas y que en las calles hay semáforos y la velocidad que se puede desarrollar es más bien baja, imagino que la mayoría de las muertes no se producen acá. Pero aun así cuando el Gobierno de la Ciudad hace unos años quiso multar a los conductores que hablan por celular mientras conducen a través de fotomultas salidas de las cámaras de seguridad, los ciudadanos impusieron un recurso de amparo en la Justicia diciendo que eso invade la propiedad privada. Y lo peor es que la Justicia hizo lugar al reclamo. Pocas veces en mi vida escuché una pelotudez semejante. O sea: si vos estás cometiendo un delito, como sacarte una foto sin tu consentimiento sería una invasión a la propiedad privada, no vale. Pero cuando te cagan afanando en la calle vale ir a ver las cámaras de seguridad de los edificios. Respetar la propiedad privada (que no entiendo cómo se lesiona) es más importante que evitar un delito o sancionarlo. Porque si te están practicando sexo oral mientras manejás, eso también es un delito por más que sea algo privado de verdad. ¿Se entiende el nivel de idiotez?

Voy a ampliar un poco el tema de la locura de no cumplir con la ley y matar a alguien con el auto: casi nadie va preso por este delito. Y si va preso, es una condena menor. Por un asesinato te dan entre ocho y veinticinco años, según circunstanias, atenuantes, agravantes y otras yerbas. Pero matar con el auto tiene una sanción mucho menor. ¿No estás dejando a alguien sin vida, igualmente? Entiendo que tiene lo que se llama 'culpa' pero no lo que se llama 'dolo'. Es decir: vos no tenés la intención de matar y eso no es lo mismo que tenerla. Pero para la víctima es lo mismo. La ley protege al victimario. Todos los meses vemos familias y amigos de nuevas víctimas pidiendo 'justicia' y lo que en realidad piden es un castigo que de castigo tiene bastante poco. Queremos más venganza que justicia y nos conformamos con eso. Con migajas de justicia. O pedimos 'que se pudra en la cárcel' pero después nos quejamos por la ley de 'Alcohol cero' al conducir y salimos y tomamos y evitamos los controles de alcoholemia... Lo peor que todo esto no es operable.  

Nosotros somos el problema

Digo 'nosotros' literal porque yo hasta hace unos pocos años manejaba y si me llamaban por el celular atendía. Desde ahí empecé a pensar en esta nota. Yo mismo, aun teniendo el dato de la cantidad de muertes por accidente en la Argentina, seguía manejando en infracción. Hasta que pensé: 'Soy un boludo importante'. Porque ¿qué es lo que no puede esperar hasta que llegue a destino? ¿Qué cosa realmente tan urgente necesita de mi resolución que no puede esperar un rato? Se caerá mi mundo abajo, sin dudas. ¿Qué cosa es más importante ya no de la vida del prójimo, sino de la mía, que también estoy poniendo en peligro? Y la pregunta que más visibiliza esta idiotez: ¿no puedo parar y hablar y seguir recién después de cortar?

Creo que hay varias razones que confluyen para que manejemos usando el celular en cualquiera de sus formas.

La primera es la Gran Argento de "a mí no me va a pasar". ¡Obvio! Messi nos hizo campeones del mundo o cualquier otra razón bastan para creernos los elegidos de Dios en la Tierra, y de ahí a la inmunidad ante accidentes sabemos que hay dos centímetros. Somos omnipotentes hasta que la Selección pierde con Bolivia y ahí somos el peor desperdicio de la galaxia flotando en el espacio. Somos omnipotentes hasta que nos pegamos un palo y rompemos todo. Ahí es una desgracia. No da tanta ciclotimia. 

La segunda es otra frase argenta por naturaleza: "No pasa nada". Pero no referida a 'no sucede nada malo', que esa sería "A mí no me va a pasar". Es el: "No pasa nada" a nivel Justicia. No hay castigo. Hay causa pero no consecuencia. Son décadas de estar abandonados a nuestra suerte o a "la buena de Dios", para los creyentes. Vamos viendo año a año cómo el país y sus instituciones se degradan. Y como consecuentemente se degrada nuestra vida. Te asaltan y no hacés la denuncia porque la Policía no hace nada. La Policía está desbordada de crímenes menores porque la Justicia libera presos como en una calesita.

No hay controles. De tránsito, pocos en la Ciudad de Buenos Aires. Casi ninguno en el Conurbano. Menos diez en el Interior; en donde encima casi todos se conocen y no se mandan en cana por eso. Y si no hay controles no hay castigos. Si no hay castigos el ser humano tiende a hacer lo que se le canta y ahí vienen los problemas. Entonces vos pensás "Esto es joda" y pasa a importarte todo un huevo, salvo tu quintita. ¿Está mal? Sí. No digo el hecho de defender lo tuyo. Pero si no defendemos a la sociedad pasa lo que nos pasa ahora: es un "sálvese quien pueda". Y esos son normalmente los ricos. La gente común está en la lona. Entonces nos rendimos. Nos entregamos. La vida sigue igual. Muchas veces con un argentino menos y seguramente una familia destruida espiritual cuando no económicamente. Lo que nos lleva al próximo punto.

"Me chupa un huevo el prójimo". Es verdad. Dejó de importarnos el otro. En todo sentido. Los vecinos del mismo barrio dejaron de saludarse entre sí. Los chorros afanan a sus propios vecinos de la villa en la que viven. Paso yo primero sin importarme que la que venga atrás sea una persona anciana o embarazada. Para relacionarlo directamente con el tránsito y los accidentes: te tiran el auto encima aunque vayas en moto o caminando (literal). La jungla de cemento es cada vez más jungla aunque tenga menos cemento.

No sabemos manejar bien (pero creemos que somos Michael Schumacher... cuando corría). No respetamos las leyes de tránsito (y nos quejamos cuando nos hacen una multa o ni la pagamos). No respetamos el espacio del otro (en el mejor de los casos ponemos un guiño al doblar). Y cuando chocamos, la culpa la tiene el otro. Invariablemente. No aceptamos el error y menos pedimos, al menos, disculpas. Como un nene encaprichado de seis años.

Nosotros somos la solución

Yo entiendo que no chocamos todos los días o que cada uno choca poco. Pero hay choques todos los días. Hay muertos. Muchísimos. Más de 7.000 por año, recuerden. La probabilística diría que así alguna vez nos va a tocar a nosotros mismos. A mi. A vos. Pero las probabilidades no siempre se dan. Hay un porcentaje de hecho que no sucede. Yo lo veo más como una ruleta rusa. En que las probabilidades son mayores. ¿Si no me pasa a mí pero le pasa a alguno de mis hijos? 

Tenemos que parar esto ya mismo. 

Yo se que los que ya manejan no van a ir a tomar clases para hacerlo bien. Pero podríamos empezar por ocuparnos de que alguien que maneja bien les enseñe a nuestros hijos si no somos nosotros. No pasa nada. No tenemos que saber hacerlo todo bien. Y reconocer que no lo hacemos de la mejor manera y procurar que el que sigue sí lo haga es una forma de sabiduría. De esta forma se iría depurando naturalmente la calidad de los conductores y reduciendo los accidentes. Ya vendrán los autos que se manejan solos, pero mientras eso no llegue en masa no podemos seguir muriendo por manejar mal.

Ahora los que manejamos mal sí podemos hacer algo que está a nuestro alcance: tomar conciencia y cambiar. Dejar de romper la ley (sería un principio de algo que podría crecer hasta que no la infrijamos del todo ¿o me fui al carajo?) no por la ley sino para no matar. 

Si no nos importa el otro (y creo que no es tan así; creo que estamos educando a las generaciones futuras en la empatía y la conmiseración) no seamos pelotudos y hagámoslo por nosotros mismos. Porque yo puedo manejar muy bien pero estoy rodeado de miles que manejan mal. Entonces, tengo que estar super alerta. Ir pensando en quién me va a encerrar; en qué semaforo en rojo va a cruzar uno y me va a chocar. Si estoy rodeado, lo peor que puedo hacer por mí y los que van en el vehículo conmigo es darle una oportunidad al azar, a la impericia del otro. Acordate de que empecé la nota contándote cómo funciona el cerebro al usar un celular. Si no lo querés probar en el auto, probalo en casa o en 'tierra'. Vas a ver que es tal cual y te caés de culo. Por ahí así, comprobando dejamos de hacer algo que es una locura. No porque no nos castiguen, sino por nosotros mismos. Por nuestras vidas. Y porque el Italpark cerró hace décadas.

 

Imagen: Freepik

Fecha de Publicación: 25/05/2023

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