En nuestro país el chamuyo es moneda corriente y, de una u otra forma, todos somos parte de esa costumbre. Tanto que, de vez en cuando, pasamos por alto algún que otro chamuyo de esos que se distinguen a kilómetros; un poco por no complicarnos la vida, otro poco porque seguramente en alguna ocasión también salió de nuestra boca. Acá te dejamos los 7 chamuyos más comunes que decimos los argentinos. ¿Te suenan?
- Chamuyo 1: Te estaba por llamar Si llamamos a alguien y, luego del saludo, esa es la primera frase que nos dice, hay algo que está claro: es mentira.
- Chamuyo 2: Estoy llegando El “estoy llegando” es tan impreciso como irrefutable. Podemos decirlo cuando estamos a dos cuadras o saliendo de la ducha; el otro no tendrá más remedio que esperarnos.
- Chamuyo 3: Tu pedido acaba de salir para allá Cuando se pasa el horario prometido por el delivery, llamamos indignados a la casa de comidas y siempre recibimos esa respuesta. Otra vez, imprecisa e irrefutable.
- Chamuyo 4: Voy y vengo Claro que sí: vas y venís. El tema es cuánto vas a demorar en el medio. Cuando alguien sale apurado haciendo esa promesa al aire, lo mejor que podemos hacer es esperarlo sentados.
- Chamuyo 5: Tenemos que arreglar para vernos, ¿eh? Te cruzas con alguien por la calle, tenés una breve charla, y la frase final siempre es la misma. Sin embargo, ambos saben que es mentira: si quisiéramos vernos, nos veríamos y listo.
- Chamuyo 6: No sos vos, soy yo Excusa dolorosa si las hay, esta frase es la reina de cualquier separación. Cargarse con la culpa y seguir es la estrategia. Al final de cuentas, seguramente termine siendo cierta.
- Chamuyo 7: ¡Que no se corte! Otra frase que presagia un final inevitable: si es necesario decirla es porque, probablemente, tarde o temprano se va a cortar.
Licenciada en Comunicación Social y correctora. Nacida y criada en el oeste del conurbano bonaerense. Sagitariana, vegetariana, crossfitera y viajera. Estoy convencida de que, con las palabras, podemos hacer magia. Pasen y lean.