¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónSería muy exagerado si les dijera que en Santa Fe no se fuma. Pero sí les puedo asegurar que se fuma mucho menos de lo que se fumaba hace unos años. También doy fe de que, al menos actualmente, los santafesinos consumimos mucho menos tabaco que los habitantes de provincias de otras regiones del país. No digo esto porque tenga a mano estadísticas oficiales, sino por una simple observación presencial que hice, de casualidad.
No voy a dar el nombre de la provincia para no herir susceptibilidades y porque, además, su geografía y su gente son muy hermosas y no quiero que este detalle relacionado con el cigarrillo desmerezca la imagen de un lugar tan lindo. Pero esta historia me sirve para ilustrar el progreso que tuvimos los santafesinos respecto al consumo de tabaco.
Mi esposa es académica y, a veces, le toca dar charlas y participar en seminarios en otros puntos del país. Como familia, son oportunidades lindas en las que nos organizamos y, si podemos, agarramos el auto y la acompañamos con mi hija. En la visita a esta provincia conocimos paisajes únicos y gente muy cálida. Pero la imagen negativa me quedó respecto de las costumbres relacionadas con el tabaco. En los pasillos de la facultad donde mi esposa disertó estaba lleno de chicas y chicos fumando. Colillas de cigarrillos por los pisos. Grupitos de fumadores y fumadoras en rincones del edificio. De verdad que me impresionó mucho. Esa imagen, si alguna vez existió en Santa Fe, fue desterrada hace ya varios años.
Santa Fe tiene esta ley antitabaco desde 2005. Las tabacaleras le hicieron juicio. Argentina recién se hizo eco del tema con su ley de 2011. En 2015, la Corte Suprema de la Nación reconoció la constitucionalidad de la norma santafesina.
La anécdota de aquel viaje me hizo recordar que, en mi adolescencia (hace ya un par de décadas), era frecuente ver gente fumando en espacios cerrados. Soy rockero. En ese ámbito, era común que alguien encendiera un cigarrillo, de tabaco o de otras hierbas, adentro de los bares, sin que nadie se quejara. También pasaba en algunas discotecas. No me había detenido a pensar en cuánto tiempo hace que esa costumbre no se ve. En la actualidad, si a alguien se le ocurre eso, por más under que sea el espacio, no demorarán en, como mínimo, mirarlo feo para que se dé cuenta de que tiene que salir a fumar al patio.
Hice también la observación respecto de las mujeres fumando en aquella provincia, porque también me hizo reflexionar sobre la costumbre de fumar en las mujeres santafesinas. En aquella tierna pubertad, también veía a muchas mujeres fumar. Últimamente, de la mano de esta tendencia santafesina a consumir poco tabaco, se me hace bastante raro cruzarme a chicas con cigarrillos.
No sé si para este tema cabe el dicho de que somos hijos del rigor. Pero es cierto que, al menos en este caso, una ley sirvió para que los santafesinos nos cuidemos, al menos, un poco más. Es cierto que el que es fumador no va a dejar de fumar. Algunos lo logran, pero no es lo normal. Las campañas antitabaco que consisten en aumentar mucho los precios no dieron el mismo resultado que una ley como esta, que los santafesinos logramos cumplir con bastante éxito. Nuestros pulmones, felices.
Fecha de Publicación: 21/07/2020
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