¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónA Pedro Opeka le dicen "el albañil de Dios". Otros hablan del Santo de Madagascar. Pedro, nacido en San Martín, provincia de Buenos Aires, habilidoso con la pelota, gambetea a los periodistas del mundo y sigue silencioso levantando un hogar más en Akamasoa, una comunidad que antes de su llegada era un basurero, y ahora es una pujante barriada a las afueras de Antananarivo, la capital del país. Con la experiencia de misionar en el sur argentino y en Vangaindrano, al sur de la gran isla africana, y comprender que la pobreza no es una maldición eterna, ni una condición humana, sino que se sale trabajando y estudiando, sin asistencialismo, este Padre lazarista conjuga valentía y bondad para rebelarse ante las injusticias de aquí y de allá. Y rescata la olvidada fraternidad de la tríada humanista. Si no hay amor y respeto por el prójimo, verdadero compromiso y no “charlatanería de los políticos y los humanistas de las ONG”, dice, difícil que la libertad y la justicia convivan entre los hombres y mujeres. “No olvides que ayudar a un pobre es ayudarte a sí mismo”, repite mientras suele escapar de reportajes, no concede notas habitualmente, y evita grandes eventos benéficos sponsoreados por multinacionales.
No se trata de angelizar a los pobres en la obra humanitaria de Opeka, que brindó las herramientas a 500 mil personas desde 1990 para que vivan una existencia digna. En Rebelarse por amor (Editorial Bonum), una serie de entrevistas de Pierre Lunel con Opeka, comenta el Padre: “Hace unos días me llamaron para ir a ver un hombre que había intentado quemarse dentro de su casa… una casa para nosotros es un tesoro… todas las familias necesitan un techo para desarrollarse… el hombre se salvó de milagro ¡qué alegría!... pero… si esa casa se hubiera quemado, eso significaba ¡una familia sin techo!... le expresé toda mi felicidad y luego ¡lo reprendí!”, pinta la mano férrea de un hombre que impulsó la construcción de 3.000 casas, 22 barrios e infraestructura para albergar a 29 mil personas; y escolarizar a 13 mil jóvenes, en todos los niveles educativos, solamente en 2017. Fruto del trabajo del pueblo, y el aporte de particulares y privados, en www.madagascar-foundation.org/es/ se detalla las construcción de redes de agua, escuelas de todos los niveles, hospitales, guarderías, museos, canchas de deportes, espacios verdes y bibliotecas. Y trabajando los malgaches de sol a sol conmoviendo hasta el mismo Padre Opeka, “una vez llovía mucho y le pedí a las mujeres con hijos que no vayan a trabajar a la cantera. Una de ellas me retrucó, ¿quién dará de comer a mis hijos?... la chispa que estaba encendiendo en mi corazón… eso era rebelión. ¡Rebélense en nombre del amor a sus hermanos y allí encontrarán la alegría de vivir”. ¿Quién dijo que todo está perdido? Opeka viene a ofrecer su corazón argentino.
Padre Opeka: En la época que decidí de ser misionero, hace 52 años, eran tiempos de grandes ideales . Vivíamos en un mundo donde dar la vida por los demás era ejemplar y heroico. Y porque siendo joven se tiene audacia, fuerza y fe .
Mi fe está en Jesús, el gran revolucionario en su tiempo , el que amó a los pobres y se comprometió con ellos hasta la muerte. Jesús de Nazareth de los Evangelios me ilusionó y lo quiero imitar hasta hoy en día .
Mi partida de Argentina no fue una huída al África sino una aventura humana y espiritual con ida, y sin vuelta, en aquel momento ¡Por eso lloré cuando salí y dejé el país! Dios quiso que vuelva a visitar Argentina porque el progreso tecnológico lo ha permitido.
PO: Medio siglo de presencia en estas tierras de Madagascar me han hecho crecer en todo sentido. Aquí he visto la vida en su gran simplicidad desde el nacimiento hasta la muerte. Aquí había mucha solidaridad en los setenta. He aprendido que la vida cuando más es simple, más feliz se vive. Sin embargo hay que tener un mínimo necesario para poder vivir adecuada y dignamente. He visto muchos dramas de muerte . La muerte estaba siempre presente en todos los momentos . Aquí la vida es una mezcla de alegría y de tristreza . Y hay que alegrarse con los que están felices, y llorar con los que sufren . Difícil de pasar de una postura a la otra porque los sentimientos no pueden ser automáticos.
La duda nunca tuvo mucho éxito en mi vida ni en mi combate. Mi dolor aquí en Madagascar es la inercia y la fatalidad de los responsables políticos que no hacen lo necesario para las familias con numerosos hijos, y no trabajan por el desarrollo de su Pueblo. Sus compatriotas viven abandonados, y sin ningun derecho, algo que debería tener todo ser humano.
En un momento, tuve mucha bronca frente a la injusticia de no preocuparse por educar a los niños y niñas. La gente buena seguía su modo de vida tradicional, y sin darse cuenta de este problema, solía ser freno así del progreso y el desarrollo humano. Hay creencias inexcusables en los tiempos en que vivimos, donde el ser humano conoce mejor con la tecnología, la ciencia, la antropología y la psicología humana. Vino una época de dictadura en Madagascar donde todos debían ser iguales y nadie tenía derecho a ser diferente. ¡Esa situación nos hizo mucho mal, fue terrible y desmoralizante!
PO: No creo que sea una utopía la pobreza cero porque tenemos todos los medios técnicos, los más sofisticados, para dar de comer a todos los niños en la Tierra. En realidad ya deberíamos hace tiempo resuelto y vencido el hambre en el mundo. Nos falta sólo la voluntad y la generosidad.
También podemos sanar las enfermedades importantes como la tuberculosis y el paludismo. Además podríamos dar agua potable todos los humanos, construir escuelas , dispensarios, rutas y casas dignas para todas las familias. Pero para llegar a eso tendríamos que ser más humanos, menos egoístas, más solidarios y más sobrios en la utilización de las materias primas de nuestra Tierra en favor de todos.
Hoy sin ninguna verguenza estamos explotanto la Tierra, el mar y el aire y así nos estamos envenenando nosotros mismos. Queremos ser grandes egoístamente, sin los demás. Hay mucha soberbia y arrogancia en los dirigentes, y una parte del Pueblo, que sólo piensa en enriquecerse a todo precio, no les importan las víctimas, todo se vale, lo bueno, lo mediocre, lo malo. Nos falta discernimiento.
PO: Toda experiencia humana vivida con respeto y amor se puede adaptar a todas las realidades y situaciones donde viven seres humanos sobre nuestra Tierra. Debemos aceptar que toda persona humana es diferente, que tiene su historia, su cultura, su mentalidad y su manera de ser particular. Debemos adaptarnos a todas esas realidades humanas tan distintas, y a partir de ahí, llegar al corazón de la gente con la cual nos toca vivir y trabajar.
Estoy convencido que en todos los Pueblos de Tierra se puede vivir y adaptar las virtudes y los valores humanos y espirituales porque el ser humano es sensible por esencia al respeto, al amor y al compartir las riquezas. El amor no tiene fronteras, ni raciales, ni ideológicas, ni religiosas.
PO: Ser un hombre de Fe no es un privilegio que me ha caído del Cielo, aunque la Fe es un don gratuito del Creador. Pero para mantener viva, y en acción esa Fe, debemos luchar continuamente día a día, y afrontar todos los desafíos, incluso los más inimaginables .
Nada se hace automáticamente o de memoria, es decir, repetir como robot sin estado de ánimo, o valores humanos y espirituales. La Fe me empuja a vivir un combate continuo entre el bien y el mal . Muchas veces creemos que debemos aprender oraciones de memoria. Hacer tal rito que uno se siente seguro y fuerte para realizar obras importantes. Pero no es así . La Fe es búsqueda sin fin en esta vida. Toda acción humana comienza en la fragilidad. Como el nacimiento de Jesús en un pesebre en Belén. Todo tiende a derrumbarse, sólo la Fe, la esperanza y el amor ayudan a seguir esta lucha diaria .
Creer en Dios-Amor es vivir sin certidumbres, es vivir caminado a tientas, es vivir sin barreras, sin costumbres pero con la confianza absoluta que el amor vencerá siempre al mal. Por amor vale la pena vivir y dar la vida por sus amigos y hermanos .
Pero la mentalidad que la sociedad de consumo intenta imponer a nuestro tiempo es divertirse, es ganar, es aprovecharse de los demás y ocuparse de sí mismo y el resto no importa. Es por eso que hoy vivimos en un mundo lleno de indiferencia, de cada uno para si mismo. El individualismo reina aparentemente en muchísimos de nuestros hermanos y hermanas.
Esta mentalidad existirá siempre y los que viviremos del amor, la fraternidad y la justicia seremos una minoría. Es una realidad hasta que algo suceda mundialmente para que cada ser humano se pregunte por el sentido y el objetivo de su vida. Esta pandemia del coronavirus puede ser una prueba que haga despertar y bascular la Humanidad entera. Comprender que vivimos no solo para ser consumidores sino ser hermanos y solidarios unos de otros . Y millones de jóvenes tienen ese ideal en todos los países del mundo. Ellos son la sal de la Tierra, la luz del mundo.
PO: Pienso que fue la alegría, la viveza criolla, ser sincero y dar una mano al que tiene necesidad de ayuda . Cuando dejé la Argentina el 20 de agosto 1968 para ir a Madagascar había mucha fraternidad y solidaridad entre los argentinos y, también, espontaneidad en la gente . Luego la vida se fue complicando y muchos de esos valores se fueron diluyendo en una vida mas fácil e individual. Cuando vine a Madagascar esa espontaneidad, la fraternidad, y sobre todo la alegría, fue bien aceptada. Los pequeños que normalmente tienen miedo al blanco, a causa de la alegría que vivía, me han aceptaban rápidamente. El hecho de saber vivir sin prejuicios entres razas diferentes, esto les impactó, y comenzaron hacerme confianza. ¡Y cuando nace la confianza todo es posible!
Tambien el fútbol me ayudó mucho. Jugando con ellos bajo un sol terrible a las dos de la tarde, recibiendo patadas y codazos, como cualquier jugador, jugábamos a armas iguales. Y cuándo metíamos un gol lo festejábamos juntos, abrazándonos y tirándonos unos sobre otros. Ya éramos hermanos de la misma dignidad . Mis primeros amigos me los dió el futbol y la hinchada siempre me apoyó y protegió mientras jugué en inferiores de clubes argentinos.
PO: Conocí a Héroe por mis hermanas que habían enviado la canción (« Unidos por la Paz ») que ellos crearon pensando en los hombres y mujeres que han luchado por la libertad, por la justicia, por los derechos humanos y por la paz en la Historia de La Humanidad.
Su canción me impactó y me llegó al corazón porque sentí que el mensaje de Alejandro, Federico y Sebastián es despertar en los jóvenes de hoy un compromiso por la paz. Además los muchachos cantan con convicción, ponen vida y fuerza en sus voces. Ese grito por la justicia te llega hasta el alma.
También es cierto que cuando un ser humano escucha una hermosa canción, y si las palabras cargan un profundo mensaje, ese mensaje pasa mas rápido a la gente, y sobre todo a los jóvenes. En Akamasoa tenemos más de 15.000 jovenes que tienen muchísimos talentos y sobre todo para la música. Acá se canta mucho y por eso hay alegría y esperanza.
PO: Primero le diría que todos los niños son iguales en dignidad y en derechos. Que la niñez es la época, y el tiempo, más hermoso de nuestra vida porque somos sinceros, humildes, auténticos y siempre listos ayudar y tener confianza en los demás. De pequeños creemos con simplicidad, y sin esperar agradecimientos, ayudamos con amor.
Le diría al niño, o la niña que nunca pierdan su alma, su sinceridad y su confianza. La vida continua, no se detiene nunca, con lo bueno y lo malo, y ya ahora piensen en los demás, en ayudar y en compartir. Les diría también que los niños nos dan la voluntad y el coraje de luchar por un mundo mejor y más justo, que se prepara para ustedes, y que ustedes los niños más tarde a su vez tendrán que hacer lo mismo por los que los sucederán. La vida es un paso sobre esta Tierra, y su sentido es de nunca perder la Fe, y la esperanza, y que el Amor es posible y el perdón también.
Al final le diría al niño y a la niña que la vida es una lucha. Que todo nos queda por hacer . Nada es eterno y todo cambia ¡Vivimos para sembrar semillas de amor, de esperanza, de fraternidad y de amistad! ¡La vida es bella cuando la vivimos en este estado de espíritu! ¡Todos para uno y uno para todos!
Agradecimiento en producción: Daniel Pérez
Fecha de Publicación: 26/01/2021
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