Cada año, en la Fiesta Nacional de la Vendimia, se elige a la reina. Algo que en estos tiempos está en discusión por la presunta cosificación de la mujer que esta distinción supone. Pero, mientras tanto, debemos explicar que la reina nacional electa surgirá de las reinas departamentales que, meses antes, han sido electas en sus municipios. Y, si bien a Mendoza la conforman 18 departamentos, este año la Municipalidad de Malargüe decidió no participar de la Vendimia (por motivos políticos), por lo que serán 17 las candidatas a suceder a María Laura Micames, la reina saliente. Pero cada una de esas 17 mujeres no está sola. Cuidando sus espaldas están las hinchadas de cada uno de los departamentos.
Los barrabravas
Se comportan como auténticos barrabravas de fútbol, pero con respeto e inocencia. Se trasladan en combis y colectivos. Quienes llegan desde más lejos, antes han compartido una comida juntos y se trasladan entonando las canciones que algún ocurrente ha compuesto. En los días de Vendimia lo dejan todo por su candidata. Se piden días en el trabajo, dejan de estudiar y ubican a sus mascotas en un hotel de perros. Solo piensan en ella. La joven que vieron crecer a la vuelta de sus casas y que, un día, está a punto de ser famosa. Porque eso es lo que lo enorgullece, en definitiva. Y más de uno se jacta de ser el artífice de la reina de su departamento: “Yo siempre le decía que se presentara”, confiesan.
Las hinchadas departamentales hacen sus primeras apariciones públicas y en los medios de comunicación unos días antes del acto central. Su bautismo como barrabravas se da en el hotel donde las reinas hacen la convivencia real. Allí llegan escoltando a sus candidatas con pancartas y altavoces. Padres, hermanos, tíos, abuelos, amigos, compañeros, vecinos, conocidos y transeúntes que en ese momento pasan por la vereda del hotel. Todos se contagian del apoyo que emana su presencia.
Ese momento tan esperado
Las acompañan a todos lados: Bendición de los Frutos, Fiesta de la Cosecha, Vía Blanco, Carrusel y acto central. Este último es el momento tan ansiado, para el que tanto alentaron. Como en el fútbol, se ubican en las gradas del teatro griego Frank Romero Day. El locutor las anima desde el escenario. Cada vez que escuchan el nombre del departamento que representan se ponen de pie y gritan enfurecidas. Las hinchadas se saben protagonistas de ese momento.
Finalmente, llegará el conteo de votos. Terminada la fiesta sobre el escenario, solo habrá lugar para los nervios y la ansiedad. Los locutores comenzarán a cantar los votos. Algunos departamentos serán nombrados con mayor frecuencia. Entonces, algunas hinchadas habrán llegado a su fin. Las hinchadas cuyo departamento ya es solo nombrado esporádicamente.
No obstante, los más mencionados siguen en camino. Un par, o tres departamentos, estarán la expectativa hasta el final. Los más nombrados. Hasta que las voces no cantarán más votos y presentarán al departamento ganador, a la nueva Reina Nacional de la Vendimia.
Algunos habrán ido haciendo su propio conteo con la app o con papel y lápiz, y ya tendrán a la ganadora. Otros, se habrán perdido en el camino. Los locutores anuncian el nombre y un puñado de personas, perdido entre las 20 mil que asisten al teatro griego, exclama de algarabía. Se han hecho con la Reina Nacional de la Vendimia 2020.
Argentino, mendocino. Licenciado en Comunicación Social y Locutor. Emisor de mensajes, en cualquiera de sus formas. Poseedor de uno de los grandes privilegios de la vida: trabajar de lo que me apasiona. Lo que me gusta del mensaje escrito es el arte de la imaginación que genera en el lector. Te invito a mis aventuras.