Los argentinos vivimos con el chamuyo a flor de piel, y lo aplicamos en todos los ámbitos. En el laboral también. Según un estudio realizado por Grupo Gestión, en nuestro país más de la mitad del ausentismo laboral se concentra los lunes y los viernes, lo que hace que –convenientemente– la situación que justifica nuestra falta extienda el fin de semana un día más.
La investigación fue realizada sobre la base de unos 600 casos y dio como resultado ciertas tendencias que, al parecer, están arraigadas en nuestra sociedad. ¿Cuál es el ranking de excusas? Tomen nota: problemas digestivos (40 %), gripe (22 %), gastroenterocolitis (15 %) y lumbalgia (9 %). La mayoría aduce cuestiones de salud y elige aquellas cuyas definiciones son más imprecisas. “Me duele la panza”, “estoy descompuesto”, “tengo dolor de espalda”, “estoy engripada”: todas razones válidas pero difíciles de comprobar.
Más allá de los motivos que dan los trabajadores para ausentarse de sus puestos, bueno sería conocer cuántas de esas situaciones son reales, cuántas tienen una pizca de exageración y cuántas son fabulaciones absolutas. A todos nos gusta quedarnos un ratito más en la cama, pero cuidado que el chamuyo –como la mentira– también tiene patas cortas.
Licenciada en Comunicación Social y correctora. Nacida y criada en el oeste del conurbano bonaerense. Sagitariana, vegetariana, crossfitera y viajera. Estoy convencida de que, con las palabras, podemos hacer magia. Pasen y lean.