Ese amigo con pileta

Ese amigo con pileta: la persona más codiciada en los días de verano. Cuando la sensación térmica va aumentando, y las redes sociales se llenan de imágenes de gente dándose chapuzones alrededor del país, inmediatamente hacemos una lista en nuestra cabeza de las personas que conocemos con acceso a pileta, y qué tan mal queda si nos autoinvitamos a pasar una tarde.
Es que ese amigo con pileta se convierte en un semidios, un dotado, el poseedor de lo que todos anhelan. Y él lo sabe. Se siente demandado, deseado, tal vez un poco utilizado, pero sabe que hay algo que no le va a faltar durante el período estival: compañía.
Colaboremos, al menos, con unas facturas, unas cervezas o una picadita para agasajar a quien nos da refugio del calor cuando los termómetros no dan abasto.