Ser Argentino. Todo sobre Argentina

El puma de Vicente López

Mezclemos mitos y leyendas con memoria y necesidades y veamos qué sale

¿Alguien se acuerda del puma de Vicente López? Esto NO pasó hace unos años. En realidad no pasó nunca. Pero 'se decía que si'. La historia refiere sobre un puma que deambulaba suelto por la ciudad de Vicente López en el Conurbano bonaerense. Un puma salvaje, no va a creer, eh. Todo comenzó con una vecina mayor que sostenía que había visto al autóctono trepado a un árbol. De noche... La cosa es que el rumor creció, como corresponde a nuestra sangre, y las personas que aseguraron verlo fueron varias. Después la "Gran argento": todos conocíamos a alguien que lo había visto. Como pasaba con Diego Armando, que todos lo cruzamos, conocimos, teníamos un primo que. La gente salía poco por la noche en la zona y hasta los noticieros de televisión que en esa época eran creíbles, lo reportaron. Tres semanas duró todo. Y pasamos a otro tema. El Dólar (siempre está), Algún escándalo en la farándula (hoy sería con algún cantante trap o influencer). Algo. Cualquier cosa.

Lo que sea nos distrae de la realidad

Somos como un cachorro de Vizsla (la raza de perro en que se basó Walt Disney para crear a Pluto): cualquier cosa nos distrae. Si brilla o hace ruido es suficiente. Salimos corriendo para atrapar la pelota que nos acaban de lanzar, pero en la mitad del trayecto nos chiflan y bye bye pelota, volvemos a ver qué pasa con nuestro humano.

Pero no somos vizslas. Tampoco perros (aunque te confieso que por momentos me encantaría ser uno con conciencia de humano y entender cómo piensan y sienten verdaderamente) y mucho menos cachorros. Estamos grandecitos como pueblo. Hace poco festejamos el Bicentenario... ¿Qué hace, señora? No se vista como su hija. Es que eso hacemos. Nos la creímos la de que los sesenta son los nuevos cuarenta; que sucede con las personas pero no con los paises.

Estaría bueno que empezáramos a aceptar nuestros "errores". Lo escribo entre comillas porque yo creo que los errores no existen, Si partimos de la base de que la vida es un aprendizaje, el error sería algo hecho de una manera que no resultó la más conveniente y que nos deja algo para aprender. El error es el medio más tangible para aprender. Porque te llama a la reflexión; te hace sonar una alarma. El acierto por otro lado, es más amigo de la embriaguez de la victoria. Aunque si aprendemos a aprender del acierto, es mucho mejor. Ya se que pareece un trabalenguas. Pero aprender de lo que nos abrió una puerta, nos facilitó un camino, nos enseño a hacer algo mejor es tanto más fácil como infrecuente.

¿Tenemos pánico al error o pánico a crecer?

Yo entiendo que te equivocás y a los diez minutos te subieron cincuenta memes a Instagram. Que registramos todo en video en los celulares y nos encanta compartirlo. La tecnología solo está exponenciando lo que siempre fuimos como sociedad. Antes te gastaban a morir en la oficina, en el pueblo, en donde fuera. Y era a morir. Te tenían toda la semana de hijo. Creo que ahora los chicos son más indulgentes con eso que decimos error. Está todo eso de la empatía, la aceptación del otro tal como es, la comprensión de que el racismo y la xenofobia son inaceptables. Por suerte hemos aprendido a enseñarles esas cosas a nuestros hijos. Las nuevas generaciones parecen ser más humanas.

Eso es una clara señal de que estamos creciendo. Evoilucionando favorablemente.

Si ponemos en práctica más a menudo eso de que no existe equivocarse dado que es todo parte del aprendizaje, nos va a ser más fácil ser mejores. Entonces iremos perdiendo de a poco ese pánico que le tenemos a crecer. Sería tremendo avance porque el miedo nos paraliza, nos estanca y nos daña. Nos hace depender de líderes mesiånicos que elegimos como Presidente y que inexorablemente nos llevan tres casilleros para atrás. Los dejamos que resuelvan nuestras vidas por nosotros y dejamos de pensar. Y es el nuestro el cerebro que no crece.

No se de donde viene ese miedo a crecer. Y no importa. Más importante es que tomemos la decisión y avancemos. Empezando por hacernos cargo de nuestras decisiones. Lo que implica aceptar que somos lo vulnerables que no queremos ver que somos.

 

Imagen: Pixabay

Rating: 0/5.