Ser Argentino. Todo sobre Argentina

El Norte de los Argentinos… o patas para arriba…

¿Cómo seríamos los argentinos si estuviéramos en el norte del planisferio?

Muchas veces, en la búsqueda de respuestas sobre cómo somos los argentinos y por qué, me  pregunté cómo seríamos si estuviéramos al norte del planisferio. La pregunta es válida tanto para nuestro país como para nuestros países vecinos, con los cuales compartimos varias características socioculturales, políticas y económicas: Chile, Bolivia, Perú, Brasil, Uruguay. Probablemente, si fueramos países del norte todo sería diferente.

A partir de una obra del artista uruguayo Joaquín Torres García, pude apreciar muchas cualidades propias de nuestro lugar en el mundo: el sur. La imagen del artista muestra al continente sudamericano completamente dado vuelta. Donde estaría, tal como lo conocemos, el sur (con Tierra del Fuego, Argentina, como la ciudad más austral) se encuentra el norte, y viceversa. Lo interesante es pensar al sur en el norte y al norte en el sur, con todo lo que ello implica. 

Esta mirada imaginaria me ha permitido entender que, gracias a no estar “en el centro del mundo”, vivimos en tierras que se alejan de los graves conflictos geopolíticos (guerras por el petróleo, conflictos nucleares o de grandes teconologías). Al mismo tiempo, estamos excentos de los grandes inconvenientes que nos presenta la naturaleza a partir de los cambios climáticos (sismos, tormentas, huracanes, etc). Así como, también, corremos con la ventaja de contar con una gran extensión territorial, con una variada oferta climática y una enorme riqueza natural, sumado a la integración por ser un pueblo con diversidad de culturas, apertura de fronteras,  inmigraciones, lenguajes y tolerancia a las diferencias. 

Sin embargo, no podemos obviar que al ser considerados países del tercer mundo, "subdesarrollados" o "en vías de desarrollos", sufrimos un montón de desventajas en relación a los países del norte. Ejemplos concretos de esto pueden ser los índices de desnutrición infantil, la alta taza de desempleo, la poca posibiliad de movilidad social, la cantidad de personas sin acceso a las necesidades básicas como la alimentación, la educación y la vestimenta, entre miles de otras. Los países del sur, por lo general, coinciden en que cuentan con una gran capacidad natural, como decíamos antes, por su diversidad territorial y sus climas. Nadie va a negar que Argentina podría ser potencia mundial si solo tuvieramos en cuenta nuestro campo, flora y fauna. Sin embargo, nos encontramos en una posición de dependencia en relación a países que viven de nuestra materia prima, porque son los que cuentan con el capital, con el dinero: los del norte (Canadá, Estados Unidos). 

Es interesante mirar la obra de Torres García y pensar en otro mundo posible. Uno en el cual la balanza de las oportunidades entre países esté más equilibrada y no sean unos pocos los que muevan los hilos del planeta. Que no sea "cien bocas comen, miran mil", que haya una justa redistribución de la riqueza en todo sentido. Pido demasiado, ¿verdad? . Pero no estoy solo: podemos ver reflejada esta ilusión en miles de expresiones artísticas, en la literatura de la mano de Eduardo Geleano, en la música y en boca de otros pensadores.  La banda No Te Va a Gustar, también uruguaya, dice en su canción "No hay dolor":

 Mañana va a ser un gran día, te lo digo yo
nos vamos a mirar las caras entre todos.

El norte no va a estar arriba, va a ser todo sur
ya no van a sangrar las manos de esos pocos.

¿Podemos contemplar, al menos en nuestra imaginación, la posibilidad de que alguna vez sangren las manos de otros?  Los invito a reflexionar. A mirarnos para adentro acerca de esta variable, para valorar por qué somos como somos. Y, quizás, para ser más piadosos con nosotros mismos. 

¿O acaso imaginan a un canadiense atando todo con alambre?

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