Diego Maradona era una leyenda incluso desde antes de su muerte. De eso no hay dudas. Sin embargo, su deceso –inesperado y desgarrador– lo elevó aún más a la categoría de ídolo que ya ocupaba desde hacía décadas. Ídolo absoluto del fútbol, pero no solamente: sería insensato no admitir que la figura de Diego está estrechamente vinculada con la identidad argentina. Ni más ni menos. Recientemente, su casa natal fue declarada Lugar Histórico Nacional, a través de un decreto presidencial, por su enorme influencia en la cultura popular argentina.
La vivienda, ubicada en la calle Azamor al 523, en Villa Fiorito, fue el lugar donde nació y vivió Diego durante sus primeros años de vida. Fue a la vuelta de esa casa donde dio sus primeros pasos con la pelota de fútbol, en los potreros del Club Social y Deportivo Estrellas Unidas. Allí germinó el futbolista en el que se convertiría, cuando formaba parte del equipo barrial Estrella Roja, que dirigía su padre, Don Diego.
“Yo crecí en un barrio privado de Buenos Aires. Privado de luz, de agua, de teléfono…”, bromeaba Diego cuando le preguntaban sobre sus orígenes. Pero su respuesta no estaba tan lejos de la realidad. Un patio de tierra con puerta alambrada, un comedor y dos habitaciones conforman la humilde vivienda donde creció Diego. Durante mucho tiempo estuvo abandonada, pasando desapercibida como una casa más del barrio. La propiedad ya no pertenece a la familia Maradona desde hace años, porque doña Tota se la regaló a una vecina que la ayudaba cuando Diego comenzó a triunfar con la pelota y le compraron a la familia una casa en la Paternal. Cuando falleció Maradona, los vecinos del barrio pintaron un mural en el frente y crearon un santuario para homenajear al ídolo en el lugar.
La última vez que Diego estuvo en Villa Fiorito fue en 2010, cuando acompañó a Cristina Kirchner en un acto de inauguración de una Unidad de Pronta Atención. Sin embargo, pocos meses antes de su muerte participó de una iniciativa solidaria que buscaba abastecer de alimentos e insumos a los comedores de la zona. “Yo no me olvido de Fiorito”, dijo en un video que posteó Maradona en su cuenta de Instagram con motivo de la acción solidaria.
Lugar Histórico Nacional
En octubre de 2020, antes de la muerte de Maradona, el Concejo Deliberante de Lomas de Zamora había aprobado el proyecto de ordenanza que declaraba Patrimonio Cultural a la casa de Villa Fiorito. Ahora, a partir del decreto firmado por el presidente Alberto Fernández, la vivienda pasa a ser Lugar Histórico Nacional y, desde ahora, deberá ser preservada.
El pedido fue elevado al presidente por la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos del Ministerio de Cultura de La Nación. “Declárese Lugar Histórico Nacional a la Casa Natal de Diego Armando Maradona, sita en la calle Azamor Nº 523 de la Ciudad de Villa Fiorito, Partido de Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires”, señala el decreto 733 publicado en el Boletín Oficial.
“Diego Armando Maradona, nacido el 30 de octubre de 1960, transitó sus primeros años de vida en la vivienda de la calle Azamor (…) Allí se habían instalado sus padres, Diego Maradona y Dalma Salvadora Franco, más conocidos como ‘Don Diego’ y ‘Doña Tota’, oriundos de la Ciudad de Esquina, Provincia de Corrientes, con sus hijas Ana Estela y Rita Mabel, hermanas mayores de Diego”, describe el decreto.
Respecto a los motivos por los cuales debe ser considerada lugar histórico, explica que su influencia en la cultura popular argentina “trasciende sus méritos deportivos y lo constituye, a la luz de su reciente fallecimiento, como uno de los símbolos más reconocibles de nuestra identidad”.
Aún no se ha definido cuál será el destino que se le dará a la casa, que podría llegar a convertirse en un museo con imágenes y objetos relacionados con la infancia de Diego. A su vez, existe la posibilidad de que ese museo pase a formar parte de un circuito turístico pensado para recorrer la vida del Diez, que tendría entre otros puntos a las canchas de Argentinos Juniors y de Boca.
Imagen: Télam
Licenciada en Comunicación Social y correctora. Nacida y criada en el oeste del conurbano bonaerense. Sagitariana, vegetariana, crossfitera y viajera. Estoy convencida de que, con las palabras, podemos hacer magia. Pasen y lean.