La consigna es simple: quedate en tu casa. Sin embargo, todavía hay quienes no entienden la gravedad de la situación que estamos atravesando y deciden violar la cuarentena obligatoria decretada por el Gobierno nacional y salir a la calle por los motivos más ridículos.
Basta con googlear “violó la cuarentena” o algo similar, para acceder a un sinfín de noticias sobre estos irresponsables que no solamente no se están cuidando a ellos, sino que tampoco respetan a los demás.
Te contamos algunas historias como ejemplo.
Salió a navegar en su yate
El empresario rosarino Gustavo Nardelli, uno de los dueños de la aceitera Vicentín, fue detenido junto a una mujer cuando navegaba por el río Paraná. Ignorando la emergencia sanitaria que atraviesa el país, le pareció una buena idea sacar su yate y disfrutar del buen clima con su amiga.
Fue a buscar travestis a Constitución
Un hombre de 48 años fue detenido mientras conducía su vehículo por la Ciudad de Buenos Aires. ¿Cuál fue su excusa? Dijo que había salido a buscar travestis por Constitución para tener sexo.
Volvió de Brasil y se fue a Ostende
Todos vimos sus rulos pelirrojos en los noticieros. Federico Llamas volvió de Brasil. Cuando fue detenido en uno de los accesos a la Ciudad de Buenos Aires, dijo que venía de su casa y que las tablas de surf que llevaba en su camioneta eran porque le gusta “tirar facha con cosas en el techo”. Fue escoltado por la policía hasta su domicilio y, una vez que lo dejaron solo, encendió su vehículo y se escapó. Lo encontraron en Ostende, en la casa de su madre, y quedó detenido.
Se cansó de esperar
Este hombre, que tenía síntomas compatibles con el coronavirus, se acercó a una guardia. Al llegar al lugar, lo aislaron para preparar el equipamiento. Cuando volvieron a buscarlo, no estaba. Lo encontraron en un colectivo. ¿Su argumento para irse? “Me cansé de esperar”. Por suerte, no tenía coronavirus. Solo neumonía y estupidez.
Se peleó con la novia
Un joven de 20 años fue encontrado por la policía caminando por la calle en la ciudad de Campana (Buenos Aires). Cuando le preguntaron por qué había salido de su casa, contestó: “Salí a dar una vuelta porque me peleé con mi novia”.
Salió a jugar al Pokemon Go
En el límite entre los barrios porteños de Monserrat y San Telmo, la Policía detuvo a un ciudadano chino, de 28 años, quien violó la cuarentena obligatoria para jugar al Pokemon Go, una aplicación de realidad aumentada en la que los usuarios caminan por la calle para “atrapar” personajes virtuales con su celular.
Fue a comprar droga
En la localidad bonaerense de Pablo Podestá, en el partido de Tres de Febrero, un joven de 18 años no soportó la abstinencia y violó la cuarentena para ir a comprar cocaína. La policía le incautó 19 gramos del estupefaciente.
El exjuez que hizo todo mal
El ex juez Eduardo Eberhardt, quien reside en la localidad de Cerro Azul, en Córdoba, volvió de Europa, no cumplió con la cuarentena obligatoria y, cuando fue escoltado por la policía hasta la clínica, chocó su auto contra un poste de luz. El test de COVID-19 le dio positivo.
Fue a pescar y la marea le llevó la camioneta
En este caso, la naturaleza hizo justicia. Un vecino de Viedma (Río Negro) decidió ir a pescar al balneario Los Pocitos, en Carmen de Patagones, en medio de la cuarentena obligatoria y el mar se llevó su camioneta. Como el resto de las personas estaba cumpliendo con el aislamiento social, no hubo nadie que pudiera auxiliarlo.
Hizo un asado en la vereda
En La Banda, Santiago del Estero, un hombre fue detenido por realizar un asado con amigos en la vereda de su casa. "Hago lo que quiero", le dijo a la policía cuando lo detuvo.
Entró a su mucama en el baúl del auto
En Tandil, provincia de Buenos Aires, el empresario Gustavo Cardinale fue demorado luego de que se denunciara que ingresó con su mucama en el baúl del auto.
Qué bueno sería que, por una vez en la vida, dejáramos de pensar solo en nuestros propios intereses y entendiéramos que, si no consideramos el bien común, el futuro nos augura un panorama negro.
Licenciada en Comunicación Social y correctora. Nacida y criada en el oeste del conurbano bonaerense. Sagitariana, vegetariana, crossfitera y viajera. Estoy convencida de que, con las palabras, podemos hacer magia. Pasen y lean.