A ver si ahora te animás

Por qué un hit se vuelve un hit tiene tantas explicaciones como canciones exitosas ha habido en la historia de la música. Tiene que ver con el intérprete, claro, pero tal vez más aún con el momento. Hace algunas semanas, Jimena Barón lanzó el primer corte de su segundo álbum y todo explotó: soltó a “La cobra” y nadie pudo pararla.

“Soy la cobra que se cobra todo lo que hiciste, bebé”, escuchamos de repente por todos lados. Jimena acapara las redes, la tele, las radios. El tema es pegadizo, el video es prácticamente hipnótico, pero pensar que la explicación de su éxito termina ahí sería restarle trascendencia. “La cobra” es mucho más que eso.

Para entender a “La cobra”, primero hay que acordarse de alguien más. En su primer álbum, Jimena era “la tonta que se amolda a tu rutina”: la mujer ignorada, maltratada, ninguneada. La tonta ahora se convirtió en la cobra. “Pensabas que era gratis lastimar”, amenaza desde su letra y algo en las mujeres que la escuchan de pronto hace clic. Ya nadie quiere ser la tonta. Ahora todas quieren ser la cobra.

La referencia a la vida personal de la cantante es conocida por todos, pero hay algo más fuerte aún que cala entre las mujeres que la siguen: la identificación. “La cobra” llegó en el momento justo, el momento en el que muchas se están despertando, el momento en el que estamos saliendo a la calle, haciendo ruido. Las tontas se están avivando, las cobras brotan de todos lados.
A ver si ahora te animás.