Sucede cada vez, en todas las familias y nunca cambia por más que pase el tiempo: los viajes en auto a la costa bonaerense tienen una serie de “pasos” que se dan de forma casi natural y se repiten una y otra vez hasta el infinito.Repasemos las 4 cosas que pasan siempre durante esos viajes.
1) La parada obligada en Atalaya
No importa si no es el horario adecuado para comer medialunas; cuando pasamos por Atalaya, paramos. Están quienes bajan y quienes compran y siguen, pero las medialunas tienen que estar en cualquier viaje que se precie de serlo.
2) Los bocinazos del peaje
La regla nunca se cumple, y las barreras siempre siguen bajas, pero en cada peaje nos torturan las bocinas de quienes reclaman su derecho de pasar cuando se excede el tiempo máximo de espera.
3) El Castillo de Felicitas
Cuando vamos por la Ruta 2, a la altura de Castelli, siempre lo buscamos: no importa que ya lo hayamos visto miles de veces, si nos perdemos ese instante en el que podemos ver el castillo que perteneció a Felicitas Guerrero, el viaje no es lo mismo.
4) El almuerzo en alguna parrilla
O la cena. Dolores nos recibe con montones de parrillas que nos tientan a parar, incluso cuando no tenemos hambre o queremos llegar rápido. Tal vez no lo hacemos siempre, pero siempre –al menos– lo pensamos.
Licenciada en Comunicación Social y correctora. Nacida y criada en el oeste del conurbano bonaerense. Sagitariana, vegetariana, crossfitera y viajera. Estoy convencida de que, con las palabras, podemos hacer magia. Pasen y lean.