Un año totalmente atípico se vive en el país por el avance del coronavirus no solo en la Argentina. Los tradicionales eventos en distintas partes del país tuvieron que ser suspendidos o postergados. Sin embargo, estuvieron aquellos que pudieron ingeniárselas para no cortar con la tradición y –aunque de manera diferente– desarrollaron los eventos.
Uno de esos casos fue el de la Feria Provincial y Patagónica Argentino-Chilena del Libro de Gaiman, en la provincia del Chubut, que se llevó a cabo de manera digital, con transmisión por la plataforma Jitsi y en redes sociales.
Cada año, en el Gimnasio Municipal del primer municipio de Chubut, editoriales, escritores, organizaciones culturales se congregan en un multitudinario evento que convoca a miles de personas que, además de recorrer los stands, participan de charlas, disertaciones y talleres y tienen su cierre con espectáculos musicales en el escenario del predio.
La de este 2020 fue la primera edición digital de una celebración que lleva 36 años promoviendo la cultura, y que hace 16 tomó carácter patagónico por la importancia que tomó en la región tanto en nuestro país como en Chile. A lo largo de su historia han pasado artistas de renombre como Quino, el creador de Mafalda, o Vicente Muleiro, por nombrar solo algunas de las personalidades que dejaron su huella en el tradicional evento.
Año a año es organizada por la Biblioteca Popular Ricardo Jones Berwyn, emplazada en el centro de la coqueta localidad del Valle Inferior del Río Chubut, con el apoyo de la Municipalidad local y el Gobierno provincial, por intermedio de la Secretaría de Ciencia, Tecnología, Innovación Productiva y Cultura.
La especial y atípica Feria del Libro reunió por medio de las plataformas digitales a escritores de renombre nacional e internacional, así como también a créditos locales, como el trelewense Juan Manuel Fernández Marauda, que presentó El puente de las brujas, una novela policial que es, además, el primer gran proyecto del escritor y profesor de Literatura.
El público en general accedió a talleres, charlas, presentaciones de obras e interpretaciones artísticas, que fueron algunas de las actividades que el público pudo disfrutar de forma virtual. También se pudieron disfrutar de audios y videos con contenido literario, artístico y pedagógico, además de la posibilidad de visitar las propuestas de las librerías y editoriales que participaron de la Feria.
Participantes
Además de Fernández Marauda, La Feria del Libro contó este año con las participaciones, entre otros, de Claudia Piñeiro (que presentó su último libro, Catedrales), Luciana Peker (que habló sobre su obra Sexteame) y María Kodama (que en diálogo con Sandra Jones habló sobre la figura de Jorge Luis Borges y la importante labor que lleva adelante la fundación con el nombre del escritor).
La música también tuvo lugar en la edición virtual del tradicional evento, de la mano de Gustavo Imusa, cantautor chubutense, intérprete de música con ritmos patagónicos.
Un momentos destacado y emotivo fue el lanzamiento de Agosto en la Memoria, a 48 años de la Masacre de Trelew por parte de la Subsecretaría de Derechos Humanos del Chubut, en conmemoración a los hechos ocurridos el 22 de agosto de 1972 en la base Almirante Zar.
El cierre de la Feria del Libro Digital se realizó por Facebook y fue con la Presentación del Grupo Literario Encuentro y con un emotivo homenaje a escritores chubutenses fallecidos.
Balance
A pesar de realizarse en otra fecha –generalmente se realiza en mayo, y esta edición fue a finales de agosto– y de hacerse de manera virtual, la comisión organizadora y las autoridades provinciales manifestaron su satisfacción por el desarrollo de la Feria del Libro.
Entre los aspectos positivos, se destacó que se pudo llegar a un público mayor y la utilización de las plataformas digitales será un recurso que continuará siendo utilizado en las próximas ediciones, dado que consideran que es una herramienta que “llegó para quedarse”.
Licenciado en Comunicación Social. Nacido y criado en Chubut, actualmente alejado del pago. Siempre que puedo, hablo de la Patagonia. Tengo buena memoria –para cosas bastante intrascendentes, pero buena memoria en fin–. Le meto ganas a lo que hago, porque sin pasión no vale la pena.