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¿Quién hizo realmente los lobos marinos de Mar del Plata?

José Fioravanti figura como el autor de los lobos marinos que adornan la postal más típica de la ciudad. Pero alguien más está detrás de la obra.

Cuando era chica, todos mis veranos los pasaba en Mar del Plata. Mis abuelos tenían casa allá, y hacia allá íbamos con la familia a refugiarnos en sus playas. Más de grande, cambié familia por amigos, y continué visitando sus costas. Cambiaron los tiempos, crecimos. Cambió la ciudad, pero hubo una constante que se mantuvo siempre, y que se repite entre los recuerdos de cada turista que visita Mardel: la foto con los lobos marinos en la Rambla.  

La postal marplatense más típica tiene un responsable, el que figura en la historia oficial: el escultor José Fioravanti. Él fue el creador de la obra que pasaría a formar una parte constitutiva de la ciudad. Sin embargo, con los años, se ha descubierto que, detrás de su idea, hubo otras manos que les dieron vida a los lobos marinos. Janez Anton Gruden, un inmigrante eslavo, fue el que puso su trabajo para realizar los ejemplares.

Un estilo de trabajo

Resulta que, en aquella época –1946–, era común que los extranjeros brindaran su mano de obra para realizar este tipo de trabajos, pero no podían figurar como autores porque no tenían el título que los habilitaba a firmarlas. Fioravanti, entonces, fue realmente el que proyectó este gran trabajo, pero delegó su realización en Gruden, un profesor de aritmética, dibujo y escultura, que había llegado a la Argentina en 1928 en busca de un mejor porvenir.

Esta forma de trabajo, que dejó en el anonimato a Gruden y a tantos otros, era normal por entonces. Además de los lobos marinos, el escultor eslavo realizó otros trabajos que fueron declarados monumentos históricos. Autor material y autor intelectual: así podríamos definirlo. Gruden y Fioravanti, en conjunto, le dieron vida a la postal más fotografiada de Mar del Plata, solo que uno de ellos pasó a la historia. Al otro, le ofrecemos este pequeño homenaje.

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