Maximiliano Guerra nació con un don en los pies. De muy chico, empezó jugando al fútbol: creía que su pasión iba por ahí. Hasta que, a los 10 años, acompañó a su hermana a una de sus clases de danza y todo quedó claro. Sus pies estaban hechos para bailar.
Nacido en el barrio de Almagro (Ciudad de Buenos Aires) comenzó sus estudios de danza con el maestro Wasil Tupin. Luego, continuó en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. Brilló en el Ballet Argentino de La Plata y en el Ballet del Teatro Colón. De allí, pegó un salto al exterior, donde obtuvo grandes reconocimientos.
Trabajó en algunas de las mejores compañías internacionales: el Ballet de la Ópera de Berlín, el English National Ballet, el de la Scala de Milán, el Kirov y el Stanislavsky. En 1992 interpretó Spartacus, de Yuri Grigorovich: fue el primer bailarín no soviético en hacerlo. Bailó con Maya Plissetskaya, Alessandra Ferri y Carla Fracci.
En 1999, Maximiliano Guerra fundó, en Buenos Aires, el Ballet del Mercosur, compañía que continúa dirigiendo en la actualidad, una agrupación que nació para acompañar a los nuevos talentos emergentes en el mundo de la danza latinoamericana. Con ella, viene recorriendo escenarios desde entonces, con un repertorio dibujado por obras de distintos coreógrafos.
De bailarín a coreógrafo
A partir del año 2000, su pasión viró a la coreografía. Ese año fue invitado al Stuttgart Ballet para crear Don Quijote, el soñador de la Mancha. Su labor coreográfica incluye obras como Más argentino, La última luna y Secuencias.
Maximiliano Guerra ha sido galardonado con diferentes premios a lo largo de su carrera: Grand Prix de Trujillo, Medalla de Plata en la Competición Internacional de Nueva York, Medalla de Oro en el Concurso Internacional de Varna, Reconocimiento Internacional de la ONU, Italiani nel Mondo, mensajero de Paz (UNESCO) por su intensa labor benéfica, y ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.
Con una vida consagrada a la danza, Maximiliano Guerra es una de las grandes figuras del arte argentino.
Licenciada en Comunicación Social y correctora. Nacida y criada en el oeste del conurbano bonaerense. Sagitariana, vegetariana, crossfitera y viajera. Estoy convencida de que, con las palabras, podemos hacer magia. Pasen y lean.