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La buena memoria de Marcelo Brodsky

El ojo de Brodsky documenta con valentía y sensibilidad los horrores para decir "nunca más". Y, a los luchadores por la vida, un hasta siempre.

Marcelo Brodsky (Buenos Aires, 1954) es un fotógrafo y artista argentino cuya obra trasciende la recuperación estética de las tragedias argentinas y aborda inéditas maneras de construir memoria. Las series de Buena Memoria (1997), Nexo (2001) o la reciente Africa fighting for freedom (2019), intervenciones sobre fotografías con texturas y datos que revelan un vivo contexto, constituyen puentes entre generaciones en que la reflexión crítica es un nodo vital entre artista y espectadores.  La obra de Brodsky, muchas veces en el mismo espacio público como Piedras de la AMIA (Buenos Aires, 2002) o Imágenes contra la Ignorancia (Hannover, 2006),  moviliza lazos y recuerdos de una comunidad solidaria sin banderas.

Exiliado durante la última dictadura militar, con un intento de secuestro y un hermano Fernando detenido-desaparecido, se forma en Barcelona con el fótografo conceptual Manuel Esclusa. Realiza sus primeras exposiciones entre Argentina y España, desde 1984,  y funda uno de los principales bancos de imágenes del mundo, Latinstock. El resguardo de la memoria visual era sin dudas su preocupación. Vuelve al país definitivamente en 1996 y, un año más tarde, expone por primera vez el ensayo fotográfico Buena Memoria, compuesto por fotografías, videos y textos referidos a su promoción secundaria 1967-1972. Exhibida en la conmemoración de los veinte años de la instauración del terrorismo de estado, la muestra se transformó en la más conocida y solicitada de un fotógrafo argentino en la historia, con más de 250 presentaciones en el mundo, y derivó en que museos de New York y Londres tengan una copia de, tal vez, la foto más vista de un artista argentino, la célebre “1er. año, 6ª división, foto de clase, 1967” o “La clase”

Continuará una intensa indagación estética y ciudadana sobre la violencia política con un punto alto en la curaduría de Memoria en construcción (2006) en el Centro Cultural Recoleta, en otro aniversario de la negra fecha argentina de 1976. También realiza trabajos y publicaciones por la memoria del atentado a la mutual judía-argentina AMIA en 1994, al tanto que recupera el pensamiento de Marshall Meyer, el rabino estadounidense que contribuyó a la reconstitución de la comunidad judía en América Latina y participó en la comisión investigadora de crímenes de lesa humanidad, Conadep (1984), en Rezo con mis pies (2002). Mito fundacional (2014), Visual Action/Ayotzinapa (2015) -investigación artística sobre la desaparición de 43 estudiantes, por el estado mexicano, y que se expone en el colegio donde asistían-, Migrantes (2016) y 1968, El fuego de las ideas (2017) amplían el lente revisitando archivos fotográficos en Latinoamérica o Europa, sin dejar de incluír imágenes argentinas como la huelga de la cañeros tucumanos en 1967, o el Cordobazo de 1969.

Marcelo Brodsky es miembro de Asociación Buena Memoria, organización de derechos humanos, y del Consejo de Gestión del Parque de la Memoria. Además inició www.visualaction.org, un espacio educativo que propone incorporar la cultura visual en las campañas de los derechos humanos. Todas las historias de Marcelo, el trabajo detallado de adjuntar a las fotos circunstancias, hechos y protagonistas, hasta colores y sensaciones,  tienen un propósito, “que los jóvenes puedan actuar para evitar que se repita cuando llegue el momento de hacerlo”

 

Dice Marcelo Brodsky sobre su foto más famosa

“Fue parte de la muestra Fotos familiares que se hizo en el claustro central CNBA -Colegio Nacional Buenos Aires- en octubre de 1996, al cumplirse los 20 años del golpe militar, en el que decidimos contar por primera vez cuántas víctimas de la dictadura eran ex alumnos del Colegio, entre ellos Martín Bercovich y Claudio Titsminetsky, de mi división. Para esa muestra intervine la foto de la clase que estaba usando como fondo para hacer retratos de mis compañeros de división. Fue un gesto que duró dos horas tras veinte años de exilio y reflexión. No pretendía, en ese momento, ser arte. Eso vino después" a Cristina Civale en www.infobae.com

 

Dicen de Marcelo Brodsky

“Contar la historia, contarnos nuestras historias, no quiere decir revivir aquellos días. Esas caras que Brodsky reproduce, confrontadas a las caras de hoy o sus ausencias, no sólo hablan del paso del tiempo por cada una de ellas. Allí el tiempo que pasó no es sólo individual: es una época. Contar, mostrar la época no quiere decir revivirla, pero, supongo, recuperarla es necesaria para vivir en ésta… me gustaría pensar que esta época se hace, entre otras cosas, de esta confrontación: de la manera en que, entre esas caras, la Argentina de entonces y de ahora se enfrentan y se hablan, y a veces, incluso, casi sin darse cuenta, llegan a algún acuerdo” Martín Caparrós en Buena Memoria. Buenos Aires: La marca editora. 2006.

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