¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónBuenos Aires - - Martes 21 De Marzo
La representación de los hechos históricos ha sido fuente desde siempre de las artes. Hubo artistas en la Grecia de la Antigüedad que celebraron los grandes batallas del Peloponeso, hubo otros en la Francia revolucionaria o la Rusia soviética que dejaron las imágenes eternas del pueblo sublevado. En Argentina, artistas como Carlos Morel o Cándido López marcaron los primeros intentos de perpetuar la epopeyas de este pueblo, aunque con diferencias con sus contrapartes europeas. De este lado del Atlántico preocupó narrar la hazaña tanto como la mínima historia humana, la campaña rural igualitaria de Morel y los días sin novedad en el frente de López, que resaltan el compañerismo, la lealtad y la comunidad. Gonzalo Lauda, casi 150 años después, retoma este linaje que derrite el bronce a las grandes gestas como el Cruce de los Andes o la Guerra de Malvinas. Y en impactantes series fotográficas de batallas y sucesos históricos, de alto impacto visual y emocional, nos devuelven rostros reales que nos miran a los ojos.
“Yo sé que San Martín no iba en un caballo blanco, y aún se discute la existencia del sargento Cabral, pero yo voy por otro camino, recuperando el imaginario y poniéndolo en la actualidad. Yo quiero que se valore nuestra historia y que se recuperen ciertas imágenes que son importantes en la construcción de la Nación, de las cuales existen muy pocas. Que se imaginen a esos hombres valientes de 1810, ellos que tenían otra cabeza”, resalta el reconocido fotógrafo de la moda y la publicidad, desde su agencia STRUKA, y que a partir de 2013 con el bello trabajo “Agua” retomó sus intereses artísticos, descubiertos tempranamente cuando el padre regaló una cámara Minolta K1000 más las clases de Pedro Raota, precursor de la fotografía de autor, “Poner en imágenes que San Martín no cruzó primero los Andes, que ya se cruzaban desde los indios, sino que sin GPS ni mapas rigurosos consiguió pasar un ejército entero por seis puntos distintos, y los reunió en Chile en tiempo récord. Esa es la cabeza y la grandeza de esos hombres que intento retratar”, acota el artista, quien el 20 de noviembre -Día de la Soberanía- presentará una nueva publicación que agrupe las series “Batallas”. Este libro se expande en la nueva colección fotográfica sobre combates en Malvinas, que fue presentada en “Sentir la Patria. Malvinas 40 años”, muestra reciente del salón San Martín del Edificio Libertador de Buenos Aires.
Gonzalo Lauda: Muchos se quedan mirando y piensan que es un cuadro. Otros consultan si son personas reales o digital. ¡Y yo que me quiero matar con todo el laburo que me llevaron! (risas) Imaginate que para las fotos de la serie de Malvinas, que sacamos en Campo de Mayo, Sarmiento y Pigüé, provincia de Buenos Aires, trabajaron cien personas en tres días, luego de consultar meses a veteranos e historiadores.
GL: Uso dos cámaras, básicamente. En formato medio al principio una Hasselblad, ahora otra media, la Fleischmann, y sumo la Canon. Depende el viaje pero voy buscando en mis trabajos el detalle, la calidad, sean en publicidad o artísticos.
GL: Este proyecto tiene diez años y se concreta en 2016 con la serie “Independencia”. Y empezó con mis ganas de avanzar en la puesta en escena, y el manejo de gente, en mis trabajos fotográficos de arte. Con la inspiración de la recreación de escenas de la película de “María Antonieta” de Sofía Coppola, que fue seleccionada para el Salón Nacional (“Un Beso para Fragonard”. 2011), arranqué a investigar nuestra historia y comprobé que tenemos pocos cuadros, pocas imágenes. Justo viajé a Islas Malvinas por un contacto militar en 2015 y, con ese puente, empezamos a trabajar en conjunto con el Ejército Argentino, yo desde lo artístico, ellos desde la logística.
La primera que hicimos fueron las fotos de las Invasiones Inglesas, hecha en el mismo lugar que los combates en las calles de Buenos Aires. Luego pasé al Cruce de los Andes, en la cordillera, y al norte argentino. De ahí encaré las principales batallas de la Independencia.
GL: Mi idea es recrear un imaginario común con la mayor cantidad de elementos verosímiles y utilizando soldados reales, sin actores; y de los mismos regimientos que participaron en los combates. Algunos parten de mi cabeza, como la carga de los Granaderos en Riobamba, otras tienen que ver con los relatos, como la foto de la batalla de San Lorenzo y la caída de San Martín. En el caso de la Reconquista trabajé con unos recreacionistas que tienen los trajes ingleses impecables. En Salta encontré grupos que poseen elementos de primera para las puestas históricas. Siempre me rodeo de historiadores para dar el mayor grado de realismo, incluso yo mismo empecé a estudiar historia.
Otras series hubo que realizar todo de cero como las imágenes del Plumerillo en Mendoza -cuartel general del Ejército de los Andes de San Martín en 1816-, y que fue la primera industria metalúrgica argentina. En 2022, y con Malvinas, estoy haciendo un cierre de estos siete años intensos ligado a la fotografía histórica.
GL: Todavía no lo entienden mucho, ahora quizá un poco más (carcajadas). Al principio venían con los uniformes impolutos y yo les pedía que se calzaran los más viejos y remendados. Les adelantaba que los ensuciaran antes de las tomas, y se resistían porque les exigen mantener los uniformes limpios. Hubo mucho trabajo de maquilladores. O con cañones brillantes, y yo los quería envejecidos. Lo que pasó con el tiempo es que todos quieren tener su foto, desde el soldado raso al jefe del regimiento, y eso me fue abriendo puertas.
GL: Un poco de casualidad. Viajé a Malvinas en 2015, invitado por un amigo que tenía un padre que falleció en combate sobre el océano, y poco data tenía, más allá que a los catorce quería ser piloto de avión y leía todo del conflicto. Y encontré algo que me sorprendió allá, así que fotografié casi la isla completa menos las bases militares, y creo, que aparece en esa serie como está hoy Malvinas, algo que pocos se imaginan. Y a raíz de esta visita, y las charlas posteriores con ex combatientes, surge recrear las batallas donde no existe registro fotográfico, y lo único es el relato de los sobrevivientes.
GL: No, porque no se podía salir de Puerto Argentino. Todo lo que pasó en Monte Longdon, la mayor batalla del ejército argentino en el siglo pasado, no tiene ningún registro, ni fotos ni video. Yo estoy en contra de la guerra, de Malvinas con los militares en el poder y la política, pero reconozco que hubo muchos militares y civiles que estuvieron allí, que se la jugaron, y que fueron olvidados. Mis fotografías, que recrean escenas de la guerra, pretenden evitar ese olvido doloroso.
GL: Cuando las expuse tuve la satisfacción que los veteranos comentaron que se parecía mucho a cómo lo vivieron. Uno me llamó hace poco agradecido porque fui fiel a ese momento terrible. Claro que la realidad habrá sido mucho peor.
Fecha de Publicación: 30/10/2022
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