Por la blanda arena
que lame el mar
su pequeña huella
no vuelve más.
Un sendero solo
de pena y silencio llegó
hasta el agua profunda.
Un sendero solo
de penas mudas llegó
hasta la espuma.
La versión romántica sobre su muerte dice que se adentró lentamente en el mar; la versión más apoyada por los investigadores, sin embargo, afirma que se arrojó desde la escollera del Club Argentino de Mujeres. En cualquier caso, Alfonsina Storni tomó la decisión de abandonar la vida a través del mar, pasar de la tierra a las aguas, y de allí al infinito. Hoy se cumplen 80 años desde que una de las escritoras más importantes de nuestro país le dio a su historia un final que mucho tuvo que ver con su vida. Dueña de un talento innato para la poesía, Alfonsina convivió desde pequeña con dificultades económicas, depresiones, neurosis, paranoia y ataques de nervios. Fue madre soltera en una época en la que aquello era inadmisible y convivió con el cáncer sus últimos años. Ese sufrimiento, sin dudas, se reflejó en sus textos; fue la materia prima que le otorgó el merecido reconocimiento y fue, también, lo que la arrastró hacia la costa aquella noche en Mar del Plata. “Te vas, Alfonsina, con tu soledad. ¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar?”, le canta Mercedes Sosa. Solo ella supo si encontró consuelo entre las olas; si la espuma del mar pudo, finalmente, terminar con tanto dolor.
Licenciada en Comunicación Social y correctora. Nacida y criada en el oeste del conurbano bonaerense. Sagitariana, vegetariana, crossfitera y viajera. Estoy convencida de que, con las palabras, podemos hacer magia. Pasen y lean.