Ser Argentino. Todo sobre Argentina

Una artista nata que llegó con sus dibujos a Japón

Conocé a Luana, una mendocina de tan solo 8 años que es un orgullo para todos los argentinos.

Un niño con talento y bien estimulado puede lograr grandes cosas a una muy corta edad. Es el caso de Luana Pilar Roccuzzo Montenegro, una niña mendocina de 8 años que, desde muy pequeña, mostró una inclinación hacia el dibujo. Sus padres la mandaron a un taller y, gracias a eso, hace poco tiempo ganó un premio internacional por una de sus obras: “El conejo barrigón”.
A fines del año pasado, Luana participó del Encuentro de Dibujo y Pintura Infantil 2018, organizado por el Museo de Bellas Artes MOA, de Atami, Japón, donde su dibujo fue premiado. Y eso no es todo: se convirtió en la primera argentina en ganar allí. Una muestra más de que, con talento y preparación, todo se puede lograr.

¿Qué cosas le gustan a esta pequeña gran artista y cuál es su sueño?

A esta niña artista la emociona haber ganado el premio, pero más le gusta pintar. Eso es lo maravilloso de los chicos, no pierden su capacidad de disfrute. Primero el juego y si después llegan oportunidades de competir, está bien. Nada altera sus ganas de seguir dibujando, aunque seguramente, en el caso de Luana el premio sea un incentivo. Al fin de cuentas todos necesitamos o recibimos encantados el reconocimiento. Además del dibujo, ella tiene otras actividades que disfruta. El baile, el canto y hasta la cocina (su especialidad son los fideos con crema). Como a la mayoría de los chicos, le gustan los animales, sobre todo los prehistóricos. Esas criaturas suelen lograr el encantamiento, tienen algo de fantástico, parecen sacadas de cuentos. No es de extrañar que Luana sueñe con estudiar para ser paleontóloga cuando sea grande, aunque el colegio tanto no le gusta, ella quiere recibirse y trabajar de “encontrar tesoros enterrados”.

Detrás de todo  artista hay una preparación

Como contamos en un principio, Luana contó con el apoyo e incentivo de sus padres. Porque es realmente importante que si un niño muestra interés por algo, también se le acompañe con formación. De lo contrario, ese hobby podría quedar en la nada e incluso perderse o diluirse con el tiempo.

Al notar el gusto por dibujar de la niña, sus papás decidieron inscribirla en el taller del artista plástico Claudio Escobar, quien se convirtió en su maestro. Lo que diferencia al espacio de aprendizaje de éste artista es que buscan trabajar en colaboración con otros referentes. En realidad invitan a profesionales que puedan mostrar a los chicos alternativas y referencias de sus obras. La idea es que los chicos puedan ver en el artista una persona como ellos, que descubran y reconozcan distintas técnicas. Es más, como muestra final del año, en el taller de Claudio optan por exponer directamente en un atelier de alguno de los pintores que colabora con ellos. Así, medio en juego y medio en serio, van transmitiendo aprendizajes variados y bajados a tierra para los chicos. Buscan desacralizar el arte y que el mensaje sea “todos pueden llegar a ser profesionales del pincel”.

La importancia de mirar y guiar a los niños

Los especialistas de la pedagogía infantil marcan lo trascendental que puede ser para un niño sentirse atendido por los padres. Y cuando referimos a la atención no estamos hablando de la cosa doméstica diaria, que la mayoría atiende sin miramientos. El punto es llegar a contemplar y dedicar tiempo de escucha plena hacia los hijos. Comprender y descubrir con ellos el mundo que los fascina. Los pequeños detalles dicen mucho, dan información muy valiosa sobre cada niño. Es a partir de esa mirada atenta que los padres podrán acompañar, guiar y ayudar a desarrollar los talentos e intereses de sus hijos. Sin imponer otras actividades que quizás no sean las que realmente motiven a los pequeños, lo que a la larga puede significar frustración.

 

Rating: 3.00/5.