Si le hubiesen preguntado a una joven Jesumiel Barra a qué creía que se iba a dedicar de grande, seguramente la respuesta hubiese estado muy lejos de lo que en realidad pasó. Pero a veces la vida nos va poniendo señales en el camino y, cuando las descubrimos, de pronto todo está claro. ¿A qué se dedica Jesumiel, entonces? Les enseña oficios a los chicos de la calle. En India.
Las vueltas que la llevaron hasta allí desde su San Fernando natal tuvieron que ver con el interés especial que despertó esa cultura en ella desde chica. Primero, a través del sitar, un instrumento de cuerdas indio que la empujó a viajar hasta allí todos los años para aprender a tocarlo con un profesor local. Luego, comenzó a trabajar como voluntaria en la Congregación Madre Teresa de Calcuta, donde empezó a ver la situación en la que vivían algunos niños de las castas bajas, quienes eran rechazados en las escuelas y eran obligados por sus madres a mendigar.
Fue así como comenzó con su obra, de a poco. Al principio, les daba clases debajo de un árbol. Cuando notó que las madres no estaban contentas, porque las clases les quitaban a sus hijos tiempo para ir a mendigar, comenzó a enseñarles oficios para que pudieran vender las artesanías que fabricaban. A partir de entonces, todo cambió, ya que incluso las madres comenzaron a aprender aquellos oficios. Hoy alquilan un pequeño establecimiento donde Jesumiel vive y lleva adelante su escuela.
Una argentina que encontró su lugar muy lejos, pero que día a día pone lo suyo para hacer un mundo mejor.
Licenciada en Comunicación Social y correctora. Nacida y criada en el oeste del conurbano bonaerense. Sagitariana, vegetariana, crossfitera y viajera. Estoy convencida de que, con las palabras, podemos hacer magia. Pasen y lean.