¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónEva Gedwillo es una argentina que decidió emigrar hace 10 años. Eligió Viena. Y como buena argentina, ya está dejando una huella en su nuevo hogar.
Se trata de un restaurante de empanadas, llamado, precisamente, "La huella". El proyecto surgió a poco de llegar a Austria. Cuando empezó a vender empanadas entre los argentinos, para llegar a fin de mes. Hizo algo que los argentinos no hacemos en nuestro país, pero sí cuando estamos afuera. Le fue bien. Y llegó el restaurante. Toda una novedad para el país europeo.
El nombre surgió de una canción de Atahualpa Yupanqui: "De tanto dir y venir hice una huella en el campo para el que viniera después fuera camino liviano."
"La huella" ya cumplió tres años ofreciendo productos argentinos a los austríacos. Porque más allá de unas empanadas colosales, se ampliaron. Hoy hay parrilla también. Y fernet. Quilmes. Dulce de leche. Tinto en pingüino. Flan casero. Locro. Chimi. Hay clases de folklore. Noches de truco. Y otras de música nacional, desde tango hasta rock.
Los austríacos valoran mucho, primero, que esté atendido por argentinos (y no taiwaneses, por ejemplo). Y el trato y la cordialidad tan nuestros. Ya se van acostumbrando. Cuando le piden una reserva, la llaman por su nombre. Eso le gusta a Eva. Quizá la haga acordar un poquito a la Argentina, entre tanta frialdad alpina. También se van acostumbrando a hacer sobremesa, que allá no es común. "La huella" los argentiniza de a poco.
"La huella" se nutre de austríacos que quieren conocer Argentina y van primero al restaurante. O chicos que estuvieron de intercambio acá, y van en busca de fernet, cumbia y choripan. Uno se copó tanto con nuestro país, que se recibió de médico y llevó a toda su familia a comer parrillada a lo de Eva. Quería mostrarle porque ama tanto a Argentina, y la eligió porque es un retrato fiel de nuestro país.
Obvio que "La huella" es paso obligado para todos nosotros. Allí comieron argentinos destacados, como Juan Falu, Peteco Carabajal y su hijo Guillermo Fernández, Anabella Zoch, la selecciones femenina y masculina de Beach Voley. Y cientos de compatriotas ignotos, que fueron de turistas. Todos clientes satisfechos con la atención de la gente, y con la comida, igualita que acá.
Eva es una pionera. Como fueron nuestros abuelos. Descubrió una veta, que seguramente explota con tanto éxito porque ama a nuestro país. Y lleva las tradiciones en la sangre. Ojalá pronto se le sumen a esta pasión Lucero, Matilda y Abril. Sus hijas. Para expandir un poquito de esta tierra por otros lugares. Que tan lindo es y tanta falta nos hace.
Fecha de Publicación: 25/08/2019
Desafío Ruta 23: unir en bicicleta los Andes con el mar
¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónGracias por esta maravillosa nota. Como dice Bob es como estar en casa. Yo estuve ahí .
Comentarios
Cada pequeña acción en torno al carnaval tiene su explicación e historia. En esta nota te contamos l...
Años después de desempeñarse como diplomático en Costa Rica, Oscar López Salaberry es un auténtico e...
Te contamos la historia de un ícono de la sociedad entrerriana. Una mujer que revolucionó a la socie...
Recientemente fallecido, el escritor chaqueño con solo dos libros tiene un lugar prominente dentro d...
Suscribite a nuestro newsletter y recibí las últimas novedades