Comenzó el 2020 en Nueva York. Ganándose todos los premios habidos y por haber. Emiliano Sordi nació en Río Cuarto y tiene 28 años. Es campeón mundial de MMA (artes marciales mixtas) y eso lo convierte en un emblema nacional. Sin embargo, su idea es seguir viajando por el mundo y compitiendo. Aunque de vez en cuando se da una vuelta por su tierra natal.
Sordi comenzó desde los 16 años a practicar diversos deportes. Entre básquet y atletismo. Fútbol o handball, y más… sin embargo, no encontraba su pasión. Hasta que probó con el kickboxing y el MMA, y decidió dedicar sus días a eso. Y le resultó bien. Sin embargo, sus primeros pasos en el mundo de estas disciplinas fueron un poco difíciles. En Argentina, y dentro de los núcleos familiares, existen prejuicios sobre la violencia y el peligro de estos deportes.
Pero Sordi siguió sus impulsos y su corazón. A los 18 años compitió por primera vez de forma profesional. Fue así que triunfó en el mundo. Comenzó su formación como un hobby, pero pronto se le despertó un amor incontrolable. Fue así que se dedicó por el resto de su vida a entrenar y adquirir técnicas de MMA.
El premio y la vuelta al mundo
Su última hazaña fue coronarse campeón y ganar 1 millón de dólares. Lo que lo coloca en un lugar muy favorable y le permite seguir proyectando con su profesión. Su decisión por ahora es quedarse en San Diego, Estados Unidos. Sin embargo, todo puede pasar en el destino de este campeón.
Sordi llegó a EE. UU. en 2016. Luego de un paso por Brasil que le dejó muchísimas enseñanzas con respecto al deporte. Pero también sigue con sus actividades en Río Cuarto. Vuelve cada tanto a la provincia cordobesa porque allí tiene un gimnasio, donde promueve el MMA para los jóvenes.
Sordi da la vuelta en todos los sentidos.
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Argentina, nacida en Córdoba. Investigadora en el área de lingüística. En formación constante sobre las Letras y sobre la vida, gracias a la Universidad Nacional de Córdoba. Mis experiencias en viajes me llevaron a aprender cada vez más idiomas y querer conocer diversas culturas desde adentro. Pienso en la escritura como una herramienta para transformar el mundo y volverlo un espacio justo y equilibrado.