¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónBuenos Aires - - Viernes 27 De Enero
Las formas en las que una persona deja su país son variadas. A veces es una elección consciente; a veces, una sucesión de hechos que derivan en ese resultado. Azul Ibáñez Fernández, por ejemplo, llegó a Nueva York bailando.
Azul es bailarina profesional y profesora de tango. Oriunda de Luján (Buenos Aires), el baile más porteño de todos la llevó a recorrer el mundo. A lo largo de su carrera, se destacó en diferentes espectáculos en Buenos Aires, primero, y en varias ciudades alrededor del mundo, después.
Nos pusimos en contacto con ella para que nos contara un poco de su experiencia como argentina en el exterior.
Con ustedes, Azul.
Cuando cumplí 18 años comencé mi carrera de bailarina profesional y los trabajos que realicé me llevaron a viajar en giras por el país como parte de espectáculos de revista e internacionalmente como bailarina de tango para diferentes compañías, principalmente en Europa. Nunca me planteé irme del país: las oportunidades se fueron sucediendo y ahora estoy en New York trabajando muy contenta.
En uno de mis viajes a New York, hace 7 años, surgió la oportunidad de trabajar allí. Realicé los trámites correspondientes y solicité mi Visa O1 (conocida como “Visa de habilidades extraordinarias”). Todo salió según lo planeado y me encontré bailando para la Embajada Argentina en Washington, en la ONU, en la compañía de Héctor Zaraspe y para empresas como Google, American Express, United Airlines, Hyatt Hotel, Metropolitan Club, entre otros.
No siento haber tenido que tomar una decisión, porque siempre fui aceptando trabajos sin saber si el próximo volvía a llevarme a Argentina. Adaptarme al idioma fue una de mis preocupaciones iniciales, pero no se convirtió en un impedimento. Fui aprendiendo mientras me enfrentaba a nuevas situaciones.
Sí, toda mi familia vive en Luján, Buenos Aires. Mi madre, mi hermana, mi cuñado y mis tres sobrinos, a quienes extraño mucho, pero veo bastante seguido por suerte. Sin embargo, no siento que los haya dejado. La distancia es circunstancial y los canales de comunicación son muy variados y accesibles en estos días.
Siempre recuerdo la primera noche en un país nuevo. Es única, está cargada de expectativas y responsabilidades. Pero también de alegría, es el momento en el que me siento agradecida por todos los lugares, culturas y personas que el tango me ha permitido conocer. Recuerdo haberme sorprendido mucho culturalmente en Qatar, haberme sentido perdida en China, feliz en Japón, dolida por la historia en Polonia, fascinada en República Checa y Austria, como en casa en España e Italia y ¡enamorada de Francia y de los fados portugueses!
Mi primer trabajo en Estados Unidos fue para la Embajada Argentina en Washington, representando al país bailando en múltiples eventos. Fue muy emocionante, me sentía un poco nerviosa pero feliz.
Por recomendaciones, muchas veces alguien te ve en algún show y luego te recomienda para otro. Así fueron surgiendo trabajos en lugares y compañías en las que nunca me hubiera imaginado estar trabajando.
Conocí a mi novio Rubén bailando tango, en una milonga en New York. También es argentino y bailamos juntos profesionalmente. Nos gusta mantener nuestras costumbres argentinas: tomamos mate, preparamos empanadas y nos reunimos con varios amigos compatriotas; así sentimos menos la distancia.
Estando en New York me sorprendió la diversidad cultural. La cantidad de idiomas que se escuchan en las calles y el lugar que cada uno tiene en esta ciudad tan plural.
No, pero los inviernos con tormentas de nieve a veces se hacen largos, por eso programamos en esa temporada los viajes a Argentina, a visitar a la familia o trabajos en otros países para escapar del frío...
New York es conocida como la cuna del arte y la cultura, la oferta artística es enorme. Aquí tienen sede las principales compañías de Ballet, Teatro y Opera del mundo. Los shows de Broadway y los espectáculos de jazz son emblemáticos para la ciudad. Solemos asistir al teatro cada vez que podemos, así aprovechamos nuestra estancia en la Gran Manzana.
La ciudad está conformada por nacionalidades muy diversas, nuestra relación a través del ámbito del tango nos ha acercado más a americanos, rusos y asiáticos. En el ámbito personal también tenemos muchos amigos argentinos.
Para nuestra profesión lo mejor es poder movernos por el mundo con más facilidad desde aquí y los logros artísticos en este país son más reconocidos en el exterior, y eso también se traduce en más trabajo.
Los 10 mil kilómetros de distancia con Argentina...
A las donas... ¡prefiero nuestras facturas con dulce de leche!
Sí, tenemos varios amigos argentinos, algunos hace muchos años que viven acá, otros no tanto. Siempre recibimos con mucho cariño a los recién llegados. No somos muchos los argentinos que vivimos acá en relación con otras nacionalidades, pero los suficientes para que sea imposible conocernos todos. La comunidad es muy solidaria.
A la familia y a los amigos por supuesto (y los palitos salados...). Por suerte viajamos al menos una vez al año a Argentina y la familia también viene de visita, tratamos de que no pase mucho tiempo sin vernos...
Procuramos que sea en verano o para las fiestas. La mayor parte del tiempo la pasamos con nuestras familias y amigos, pero también trabajamos y nos actualizamos en el mundo del tango que se desarrolla sobre todo en Buenos Aires. Coordinamos fechas para hacer algunos shows, ir a milongas y salir con amigos músicos y bailarines.
Sí, porque mi sentimiento de pertenencia no depende del tiempo que pase allá, esté donde esté soy argentina y pienso y siento como tal. Crecemos, aprendemos de nuevas experiencias, conocemos y respetamos nuevas culturas, pero estamos orgullosos de llevar a través de la danza la nuestra por el mundo.
Que evalúe sus condiciones particulares y personales. Si las considera favorables, que lo haga. Nunca "dejamos" el país. Como diría el gran Troilo: "Alguien dijo una vez que yo me fui de mi barrio. ¿Cuándo?… Pero ¿cuándo? ¡Si siempre estoy llegando!”.
Fecha de Publicación: 14/08/2020
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Ir a la secciónGenios totales¡orgullo de que nos representen con su tango.
En respuesta a
Hermosa nota. Azul es realmente una excelente artista súper talentosa y con muchas metas alcanzadas desde muy joven. Un modelo a seguir. Encara sus proyectos con responsabilidad y pasión. Los resultados de su trabajo están a la vista. Con el apoyo de Rubén ¡son la dupla perfecta! ¡Salud por sus logros y por muchos éxitos más!
Azul If y Rubén Porto,...hay q verlos,...dos grandes!!!
Comentarios
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