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Tiramisú: la historia del postre italiano que se ganó el corazón de los argentinos

El tiramisú es uno de los postres preferidos de los argentinos. Pero ¿sabía que nació a partir de un accidente? Te contamos esta historia italiana con un final muy dulce.

El tiramisú no es argentino, pero casi. Lo adoptamos porque su sabor encaja perfecto con el paladar local, tan influenciado por los platos italianos. Fue así como se convirtió en uno de los postres favoritos de los argentinos, un infaltable en las cartas de los restaurantes y en las reuniones sociales. Pero ¿sabías que su creación fue a raíz de un “error”? Te contamos la historia de uno de los postres más ricos del mundo.

Ado Campeol se crio entre cocinas, platos y meseros, trabajando en el restaurante de su familia desde su niñez. Con los años, abrió su propio negocio en la ciudad de Treviso, cerca de Venecia, al norte de Italia, al que llamó Alle Beccherie.

Corrían los años 70 cuando, un día cualquiera, el chef del restaurante, Roberto Linguanotto, estaba preparando helado de vainilla, a partir de una mezcla de azúcar y yemas de huevo. Por accidente, una cucharada de queso mascarpone fue a parar a la mezcla. Pero, en vez de desecharla y comenzar de nuevo, algo hizo que primero la probaran. Algo o –mejor dicho– alguien, porque Ado Campeol puede haber pasado a la historia como el inventor del tiramisú, pero quien tuvo la idea de innovar con la creación de un nuevo postre fue en realidad su esposa Alba. Fue ella quien probó la mezcla y sintió que podía funcionar.

Como prueba piloto, lo sirvieron en el restaurante sobre bizcochos empapados en café y espolvoreados con cacao en la superficie. Fue todo un éxito. El tiramisú de convirtió inmediatamente en un nuevo suceso de la repostería y, poco a poco, su fama se fue extendiendo en las ciudades vecinas, en el resto del país y, finalmente, del mundo.

Solo restaba hacerlo oficial. Pero existía una versión que contradecía a Ado y decía que el postre había sido inventado veinte años antes en el restaurante Roma de la localidad de Tolmezzo. Sin embargo, Campeol logró imponerse y, finalmente, recibió el certificado de la Academia Italiana de Cocina.

Ado Campeol se retiró en el año 2014, cuando vendió su restaurante Alle Beccherie. Recordado por siempre como el padre del tiramisú, falleció recientemente a los 93 años: "Con Ado Campeol desaparecido, Treviso pierde otra estrella de su historia gastronómica. Fue en su casa, gracias a la intuición y la imaginación de su mujer, que nació uno de los postres más famosos del mundo, el tiramisú, certificado por la Academia Italiana de Cocina", fueron las palabras del gobernador de Venecia, Luca Zaia, con motivo de su deceso.

Un postre simple y contundente

Lo que hace al tiramisú tan irresistible no es una receta muy elaborada, sino el equilibrio perfecto que logran los ingredientes y la magnífica combinación de sus sabores. Sin bien hay varias variantes de la receta, en general lleva huevos, azúcar, queso mascarpone, bizcochos humedecidos en café frío y cacao. Para armarlo, simplemente hay que superponer los ingredientes, pero sin que sea muy alto. Al no contener gelatina u otro ingrediente que le aporte cuerpo, si se suman muchas capas es probable que el postre se derrumbe.

El queso mascarpone es el rey de este postre. Si bien es caro, es precisamente su sabor el que hace que el tiramisú sea así de único. Antes de comenzar la preparación, es recomendable sacar el queso de la heladera un tiempo antes para que tome temperatura ambiente. Una vez listo el postre, es necesario dejarlo reposar en la heladera por unas tres o cuatro horas, para que gane cuerpo y textura.

Te tentaste, ¿no? Si te animás a preparar un tiramisú en casa, te dejamos esta receta que no falla. ¡Suerte!

 

Imagen: Freepik

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