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Ir a la secciónBuenos Aires - - Martes 06 De Junio
La sidra, que por décadas vivió a la sombra de los espumosos, también busca aprovechar los nuevos hábitos de consumo con productos de mayor calidad y el lanzamiento de variedades inexploradas. Se vuelve artesanal y apuesta a los bares dejando atrás su imagen asociada a producto poco sofisticado y barato.
El país ocupa la sexta posición a nivel mundial, detrás de mercados de mayor tradición en el consumo de esta bebida como el Reino Unido, Sudáfrica, los Estados Unidos, Australia y España.
Con un panorama de potencial crecimiento en el rubro artesanal y buscando la innovación en un nicho poco explotado, con peras Williams como insumo, los ingenieros Marco Zec y Marco Dogliani junto al contador Nicolás Aragón fundaron Peer, un proyecto nacido a fines de 2015. Uno de los grandes desafíos con que se toparon fue el actual código alimentario en el que se establece que solo las bebidas hechas en base a manzana (con hasta un 10% de pera) pueden comercializarse bajo la denominación de sidra. Hecho que en países como Nueva Zelanda, de donde partió la idea de ésta elaboración, está permitido.
La “sidra”, cuya palabra proviene del latín con el significado de “bebida embriagadora”, es una bebida alcohólica de baja graduación que no supera los 5°. Y su historia se remonta a los hebreos, egipcios y griegos, pero las pruebas datan de alrededor del año 80 D.C. donde autores latinos mencionan bebidas hechas con peras y manzanas.
La elaboración de la sidra comparte con su primo, el espumoso, los mismos procesos: recolección, molienda, prensado y fermentación. Por su singularidad hay que diferenciar la sidra natural de la sidra gasificada.
La sidra artesanal de pera Peer se elabora con frutas del Alto Valle de Río Negro y Neuquén, Argentina y el diseño de su presentación muestra el concepto de lo que hay dentro del envase. Botella de 500 cc con una tapa corona, etiqueta sobria con una liebre suspendida en el aire, clara con letras en verde oscuro y la leyenda cider, de acuerdo al código alimentario y la marca Peer como un anglicismo que nos invita a “mirar con atención” una bebida limpia y transparente, con finas y efervescentes burbujas continuas. Fresca, ágil, con gran sabor a fruta. Acidez bien controlada y leve dulzor que provoca un gran recuerdo en boca y una exaltación de sabores. Digna bebida para acompañar las ensaladas más osadas, los tapeos livianos y el refresco de la tarde calurosa. Infaltable a la hora del brindis ameno de amigos.
Nuevamente y como producto de una crisis del sector frutícola, surgen ideas innovadoras en el país y la Patagonia Argentina se muestra como el vergel de una zona que se reinventa y donde Peer parece tener un lugar a destacar.
Fecha de Publicación: 29/11/2019
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