En distintos puntos de la Patagonia podemos encontrar la mejor calidad de fruta fina. ¿Y qué es la fruta fina? Son aquellas que se caracterizan por su pequeño tamaño. Además, se pueden clasificar en dos grupos: las berries y las cherries.
Las primeras tienen un sabor más ácido y son de rápida perecibilidad, como el arándano, la frambuesa, la mora, la grosella, el corinto o la frutilla. Las otras son frutos menores de las frutas de carozo, como la cereza y la guinda.
“Pero cerezas o arándanos podemos conseguir en cualquier lado”, dirás. Sí, pero las celebraciones a estos frutos se realizan en el sur. Bueno, justamente de la frutilla -que te vamos a contar cómo hacer dulce- no, ya que la Fiesta Nacional de la Frutilla se hace en Coronda, Santa Fe. Pero la Fiesta Nacional de la Cereza es en Los Antiguos, Santa Cruz, mientras que la Fiesta Nacional de la Fruta Fina se lleva a cabo en la localidad de El Hoyo, en Chubut. Saldado este debate que nadie pidió, te traemos algunos postres que podemos realizar a partir de distintos frutos de fruta fina. También con la fruta fina se puede hacer alguna que otra bebida, pero eso lo vamos a dejar para otra ocasión.
Tarta de grosellas
Para esta receta necesitamos dulce de grosellas, tres huevos, 300 gramos de harina, 100 gramos de manteca, 150 gramos de azúcar y un pote de crema.
Una vez que tenemos todos los ingredientes, comenzamos batiendo los huevos durante diez minutos y agregamos la manteca y el azúcar.
Después vamos agregando la harina y mezclamos todo con las manos para posteriormente dejar reposar la masa durante media hora.
Mientras, enmantecamos y ponemos harina en un molde y estiramos la masa sobre él, untamos el dulce de grosella y llevamos al horno durante media hora, y ya estamos listos para disfrutar.
Budín de Guinda
Para esta receta precisamos dulce de guinda a gusto, dos tazas de harina leudante, un huevo, 750 mililitros de leche, una taza de azúcar, una cucharada de esencia de vainilla y media taza de aceite.
Comenzamos batiendo el huevo con la leche, el azúcar, el aceite y la esencia de vainilla hasta que la mezcla quede espumosa.
Una vez que la batidora haga lo suyo y la mezcla esté espumosa, agregamos la harina y comenzamos a revolver con una cuchara hasta unirla al resto de los ingredientes y luego volvemos a batir.
Colocamos la mitad de la preparación, en el medio, el dulce de guinda a gusto y volvemos a tirar el resto de la mezcla para cocinar a fuego moderado durante un poco más de media hora.
Dulce de frutillas
Cerramos con un rico dulce de frutillas.
Valga la redundancia, para esta preparación necesitamos un kilo de frutillas, 750 gramos de azúcar y medio limón.
Luego de lavar y quitarle los cabitos a las frutillas, las colocamos en un recipiente en capas espolvoreando el azúcar. Luego las rociamos con jugo de limón y las dejamos macerar al menos por dos horas.
Pasado ese tiempo, colocamos sobre fuego moderado/fuerte y, al romper el hervor, bajar la llama para que continúe la cocción. Cuando la preparación comienza a espesarse, la resolvemos de manera continua hasta que termine la cocción.
¿Cómo nos damos cuenta? Hay que estar atentos porque el dulce de frutilla se cocina rápido. Por eso, nos vamos a dar cuenta por el color rojo intenso y brilloso. Mientras esté caliente, colocamos el dulce en frascos limpios y cerramos recién cuando esté frío.
Ahora sí, ya tenemos todo listo.
Recetas con fruta fina para probar solo o para compartir en familia o con amigos. ¿Cuál es la que más te gustó?
Licenciado en Comunicación Social. Nacido y criado en Chubut, actualmente alejado del pago. Siempre que puedo, hablo de la Patagonia. Tengo buena memoria –para cosas bastante intrascendentes, pero buena memoria en fin–. Le meto ganas a lo que hago, porque sin pasión no vale la pena.