Tortilla asada o torta frita. Rosquitas al horno o rosquitas fritas, esa es la cuestión. Nosotros te habilitamos esta receta bomba de rosquitas fritas para acompañar cualquier merienda. Son como una especie de dona, pero bien caseritas. Un clásico que se vende en las esquinas de cada barrio cordobés y que no pueden faltar si querés hacer de tu mateada un momento especial.
Ingredientes
- 330 g de harina
- 50 g de huevo (1 huevo)
- 120 g de azúcar
- 55 g de zumo de naranja
- 80 g de aceite de oliva
- Ralladura de 1 limón
- 10 g de levadura
- Medio litro de aceite, para freír
- Azúcar, canela o cacao para tamizar
Pasito a pasito
Paso 1
Se bate el huevo con el azúcar (hasta que quede espumoso) en un bol. Añadimos el juguito de naranja y la ralladura de limón. Tamizamos aparte la harina junto con la levadura. Vamos juntando el huevo y la harina poco a poco mientras batimos la masa. Le añadimos el aceite y seguimos amasando hasta que esté todo bien integrado. Hasta que la masa se despegue bien del bowl.
Paso 2
Hacemos porciones de 30 g y le vamos clavando el dedo, para hacerle el agujero. Ponemos a calentar el aceite para freírlas (preferiblemente en aceite de girasol, pero también puede ser en grasa).
Preparamos un plato o una fuente con papel absorbente, y vamos colocando las rosquitas allí conforme vamos sacándolas. Antes de que se enfríen, las pasamos por azúcar y canela, o ¡el ingrediente que hayas elegido! Si sos muy goloso, podés agregarles dulce de leche. También son ricas sin ningún ingrediente extra. Así que fijiate cuál es tu preferencia. Las rosquitas fritas son una bomba igual.
Paso 3
Antes de terminar, prepará unos buenos mates. Mandale un mensajito a la persona que quieras, para compartir una merienda inolvidable con estas rosquitas fritas.
Argentina, nacida en Córdoba. Investigadora en el área de lingüística. En formación constante sobre las Letras y sobre la vida, gracias a la Universidad Nacional de Córdoba. Mis experiencias en viajes me llevaron a aprender cada vez más idiomas y querer conocer diversas culturas desde adentro. Pienso en la escritura como una herramienta para transformar el mundo y volverlo un espacio justo y equilibrado.