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Recetas típicas: soparnik croata

Soparnik, rarísima palabra. Quizás más raro sea cómo un plato croata llegó a Santa Fe.

El soparnik es un pastel salado relleno con acelgas. Es un plato tradicional de Dalmacia. Dalmacia es una región que se encuentra en la costa del mar Adriático y pertenece a Croacia. Hasta acá todo bien. Pero ¿qué tiene esto que ver con la sección de platos santafesinos?

Resulta que, en el sur de la provincia, cerca de Rosario, hay dos pueblos que están llenos de gente de ascendencia croata. Chovet y Villa Mugueta se poblaron por inmigrantes de aquel origen que huían de la Segunda Guerra Mundial y la hambruna europea. Entre 1924 y 1927, se crearon los asentamientos más importantes de croatas de nuestro país: ingresaban hasta 7 mil por año. En Argentina hay alrededor de 400 mil descendientes de croatas y unos 46 mil están en la provincia de Santa Fe, que es la segunda detrás de Buenos Aires.

Volviendo al soparnik, es una receta muy sencilla, de la cocina de los pobres, a base de ingredientes comunes de la región. Tiene acelga, cebolla y perejil entre dos capas de una masa de harina muy básica. Hay numerosas variaciones locales, pueden llevar ajo o también ser dulces a base de nueces, frutas secas, azúcar y caramelo y miel.

Típicamente se hacía en los hornos y parrillas tipo “peka”. Hoy en día se puede encontrar incluso en algunas panaderías europeas. Justamente, el Ministerio de Cultura de Croacia lo ha declarado como patrimonio cultural inmaterial del país. Incluso existe el festival “Soparnik”, celebrado en cada mes de julio en Dugi Rat, cerca de Split.

El soparnik constituía una comida de múltiples funciones, servía como plato de entrada o plato principal del croata. Se preparaba tanto en inverno como en verano, en tanto hubiera acelga en las huertas.

Ingredientes

Preparación

Esta receta persiste en las abuelas croatas del sur de Santa Fe. Nos la hicieron llegar de manos de abuelas que viven o vivieron en la zona de Alcorta-Carreras, y en la zona rural de Rufino. Estas localidades santafesinas son muy cercanas a las mencionadas anteriormente. La sangre croata aún corre por toda aquella región.

Dicen que, en esas casas, lo preparan así: entre dos masas finas, no de hojaldre, se coloca un colchón de hojas de acelga cruda. Las abuelas las limpiaban una a una con un repasador (en seco casi). Las cortaban, le agregaban cebolla de verdeo. Tiene que ser rehogada, con el agregado de pasas de uva, sal y pimienta. Algunos le agregaban nueces. Al estar la acelga cruda tiene que quedar bien gordo el relleno, porque al cocinar se reduce muchísimo (como cinco veces). Pinchar la masa con un tenedor y cocinar al horno.

Cuando se dore, sacar del horno, pincelar primero con aceite y después con miel. A algunos les gusta con bastante miel. Unas tres cucharadas soperas para una asadera de horno. Hay que encontrarle el punto, según el gusto de cada uno.

Hoy, desde el rincón santafesino Ser Argentino, queríamos hacerte sentir un poco croata.

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