¿Qué whisky estás tomando?

Imagino que no te sorprenderá saber que el whiskey es un destilado aparentemente creado por monjes irlandeces, allá por el 1400. En el 1500, ya se conocía en Escocia, como "Whisky".

En su elaboración, el agua es fundamental y marca la diferencia. La más adecuada es la de manatial, que le aporta la mayor pureza; en ella y su influencia sobre la bebida y el grano, reside el secreto del whisky de calidad. También, claro, los años de añejamiento en barriles de roble (usados previamente para jerez) y botella, sumados. No menos de 3, ni más de 25. Aunque hay un Royal Salute de 30 y otro de 38 años, de los que se han producido muy pocas botellas.

Los que saben de verdad, dicen que el "Single malt" es el mejor. Es el elaborado de una sola malta de cebada, añejado en distintos barriles, en la misma destilería. Si es de una sola malta, pero añejado en distintas destilerías, se llama "Vatted malt". Uno de los mayores exponentes que se puede encontrar en alguna barra selecta del país, es el The Macallan.

Después está el "Whisky de grano", entre los que están los que acá se consideran grandes whiskies, pero no lo son tanto. Sí, esas marcas que estás pensando: Chivas, Johnnie Walker, JB. Están hechos de cebada, maíz u otros cereales, malteados o sin maltear.

Y por último, los whiskies mezclas de granos.

El "Bourbon", hecho famoso en las películas de Hollywood, no es más que whisky de maíz (no de cebada) que debe ser destilado y añejado en Kentucky, Estados Unidos. Caso contrario, no puede llevar esa denominación de origen. Acá entra el famosísimo Jack Daniel´s (medio pelo, no como vos creías), que es whisky, dado que está hecho en Tennesse. Y no fue creado por Jasper Daniel, sino por uno de sus esclavos.

Por último: puro, con hielo, agua o hasta soda, pero siempre en vaso corto. ¡Y ninguno de éstos con bebida cola! (vaso de trago largo).