A veces ni sabemos por qué lo hacemos. Habrá quienes lo disfruten, sin duda, pero otros lo hacen por el sabor de la nostalgia o, quizás, por el temor a romper las tradiciones. En definitiva, son esos pequeños rituales, prolongados a través de los años, lo único que permanece constante a través de tiempo. Las fiestas de fin de año están llenas de estos pequeños rituales que repetimos hasta la infinidad. Uno de ellos, por supuesto, tiene que ver con el menú. De todas esas comidas que preparamos sin saber bien por qué, una fue elegida como uno de los peores platos del mundo. ¿Son realmente tan malos los tomates rellenos?
Probablemente sí. Después de todo, ¿cuál es la necesidad de desgarrar un pobre tomate? Si bien podría ir al lado acompañando, como siempre lo hace, tal vez como parte de una ensalada. Sin mencionar que, en el tomate relleno, se pierde la pulpa, que es por lejos lo más rico. Sin embargo, hubo alguien que en algún momento creyó una buena idea vaciar el tomate y rellenarlo con arroz, atún, tal vez huevo, mayonesa seguro. Sucede que los platos de Navidad y Año Nuevo son clásicos indiscutidos que llegaron a ese estatus no necesariamente por ser los más ricos, ¿verdad?
Fue así como el vapuleado tomate relleno llegó a ser considerado como uno de los peores platos del mundo en el sitio de la revista especializada en gastronomía The Taste Atlas.
Uno de los peores del mundo
The Taste Atlas es “un atlas mundial de platos tradicionales, ingredientes locales y restaurantes auténticos”, según ellos mismos se definen. Es una guía de viaje, pero basaba en la experiencia gastronómica y enfocada en la comida tradicional de cada lugar. Recopila recetas auténticas, reseñas de críticos gastronómicos y artículos de investigación sobre ingredientes y platos populares. De esta manera, ofrece un mapa interactivo de alimentos con íconos de platos localizados por región, y contiene casi 10.000 platos, bebidas e ingredientes, así como 9.000 restaurantes.
Desde el sitio de The Taste Atlas lanzaron una encuesta para conocer los mejores (y peores) platos sudamericanos: South American Food Ranked (“el ranking de la comida sudamericana”). Allí se describían platos típicos de la región para que pudieran ser calificados de mejor a peor. Los usuarios del sitio calificaron a las comidas de acuerdo a la siguiente escala: best” (lo mejor), “great” (extraordinario), “ok” (bueno) y “worst” (lo peor). Participaron 48.606 personas de la encuesta, quienes calificaron a los tomates rellenos con solo 2,7 estrellas. En su poca fama lo acompañan dos platos colombianos, la hormiga culona y la changua.
En el pasado, los platos argentinos han sido mucho mejor valorados por los usuarios de The Taste Atlas. Hace poco más de un mes atrás, el choripán fue elegido como uno de los mejores sándwiches del mundo, cuando quedó en el cuarto lugar de la tabla, con un 4,4/5. “El choripán es la comida callejera argentina definitiva, un sándwich que consiste en chorizo, con una variedad de condimentos dentro de un pan crujiente. Por lo general, se consume sobre la marcha, ya que se vende principalmente en puestos callejeros en toda América Latina”, definió la publicación a nuestro amado chori.
Antes de eso, nuestra amada chocotorta fue elegida ni más ni menos que como el mejor postre del mundo. “La chocotorta es traducida como ‘pastel de chocolate’. Este postre argentino sin hornear fue influenciado por la cocina italiana y se inspiró en el famoso tiramisú italiano. Está elaborado con tres ingredientes básicos argentinos: galletas de chocolate, dulce de leche y queso crema. Las galletas se ablandan en leche y se cubren con una combinación de queso crema y dulce de leche. Las formas pueden variar, mientras que las galletas se pueden remojar con leche con chocolate, café o incluso licor de café. Rara vez se encuentra en los restaurantes y sigue siendo un postre novedoso fuera de la Argentina”, describieron desde The Taste Atlas.
Imagen: Taste Atlas / Freejpg
Licenciada en Comunicación Social y correctora. Nacida y criada en el oeste del conurbano bonaerense. Sagitariana, vegetariana, crossfitera y viajera. Estoy convencida de que, con las palabras, podemos hacer magia. Pasen y lean.