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Entrada y postre made in Santa Cruz

Dos recetas de paté, y una compota bien patagónica, para lucirte en una juntada.

¿Alguna vez pensaste en hacer paté? Qué cosa rica que te hace salir del paso un patecito con galletitas de agua o con pan. Bueno, hoy te traemos dos recetas de paté, pero no cualquier paté: son preparaciones made in Santa Cruz para acompañar una comida principal. Pero eso no es todo, también podés lucirte para el postre con otra receta.

Paté de cordero

Para esta preparación precisamos un hígado de corderito patagónico, un trozo de grasa de cerdo, una cebolla, una papa, sal, pimienta y aceite.

El paté de foie es muy fácil de cocinar y, además, su preparación no lleva demasiado tiempo: se debe hervir el hígado de cordero junto al trozo de grasa de cerdo y una papa pequeña, ¿Para qué una papa? para que le dé un poco de consistencia en el paso posterior. Cuando ya esté listo, hay que dejarlo enfriar y ahora sí, comenzamos a picar los ingredientes cocinados con una cebolla. Para finalizar, se debe poner sal y pimienta a gusto, y el aceite necesario. Una vez listo todo, agarramos el pan, o las galletitas, y a disfrutar.

Paté de liebre

Para esta segunda preparación precisamos una liebre -si es posible, deshuesada, ya que nos va a ahorrar tiempo, un kilo de tocino, ocho anchoas, medio atado de cebollita de verdeo, una cucharadita de pimentón, 250 gramos de champiñones y la cantidad necesaria de sal.

Al pequeño animal se lo cortará en pequeños trozos (previo deshuesado, si no la conseguimos así), dejando de lado los muslos, que se utilizarán más adelante. Esto se mezclará con el kilo de tocino, al que también lo vamos a cortar en pequeñas proporciones. La pasta puede hacerse más espesa - más compacta, pasándola por una licuadora, pero es a gusto personal. 

Luego, colocamos en una fuente, con las 8 anchoas desmenuzadas, el medio atado de cebollitas de verdeo cortadas finamente, pimentón y sal. 

Todo esto, se mezcla para la última parte: en un molde donde se pueda realizar baño maría, se unta con manteca y se coloca en él la mitad de la pasta, para luego sumarle los muslos de la liebre cortados en rebanadas y luego le sumamos los 250 de champignones, también en trozos pequeños. 

Posteriormente, ponemos la pasta restante y por las próximas dos horas, la magia de la cocina hará lo suyo. Una vez transcurrido ese tiempo, dejamos enfriar y servimos. 

Con el paté de liebre o el de corderito, podemos picar antes del plato principal. Pero para hacerla completa, preparemos algo para el postre.

Compota de pasas de corinto

Para esta receta vamos a necesitar -valga la redundancia- 80 gramos de pasas de corinto,8 unidades de yogurt natural sin azúcar, 2 tazas de jugo de manzana, 4 naranjas, 2 peras, 2 manzanas (si, usamos fruta además de las tazas de jugo), media ananá, 2 palitos de canela (que también puede ser molida) y 30 gramos de azúcar morena.

La preparación es relativamente fácil, sin muchas complicaciones. Se debe poner las 2 tazas de jugo de manzana en una cacerola al fuego; y posteriormente agregamos los 30 gramos de azúcar morena, las pasas de corinto y la canela (ya sea en palitos o molida). Luego de que se disuelva el azúcar, vamos a cocinar a fuego lento por 5 minutitos y a la cacerola le agregamos las frutas peladas y cortadas en trozos.

Cuando ya estén tiernas, unos 5 minutos aproximadamente, se tapa y se deja enfriar; a esto la vamos a añadir el yogurt natural, con el cual cada persona decidirá si lo mezcla completamente en una compota o irá seleccionando con la cuchara las cantidades de cada parte del postre.

Cuando ya estén todos satisfechos con la entrada y el plato principal, podrán irse con la panza llena y el corazón contento con este postre, para coronar esta comida bien santacruceña.

¡Agendalo para tu próxima juntada!

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