Me defino como un chef rústico. Mi instrucción formal fue el punto de partida que perfeccioné a través de la experiencia y el contacto con diferentes culturas, tradiciones y lugares del mundo.
Mi formación continúa todos los días, aprendiendo de la cocina ancestral, urbana o campesina.
Un pequeño comedor, un viejo cocinero o tu abuela, pueden enseñarte la magia de la cocina que no figura en libros de gastronomía ni grandes escuelas.