Descubriendo sabores

El camino del vino depara descubrimientos y asombros. Muchas bodegas ofrecen productos y simplemente algunas nos invitan a descubrir uno distinto, y capaz nos deslumbra. Esta fue la experiencia con una botella de Finca Las Moras. Bodega sanjuanina que carga con adeptos y detractores. Habitualmente en ella no había encontrado sobresalientes. Hoy probé Paz, un vino bivarietal 2013. Mitad Cabernet Sauvignon, mitad Cabernet Franc. Su etiqueta dicta 15 meses de Roble Francés de primer uso y ya es, en sí misma una gran promesa. Los viñedos de los que se obtiene éste blend se encuentran en el Valle del Pedernal y Valle de Tulum entre 650 y 1350 metros sobre el nivel del mar. Con días cálidos y noches frías que permiten obtener cabernets sabrosos y especiados. Con un tiempo de guarda recomendado de 4 años, el 2013, llegó al momento de ser bebido. Y la recomendación tipeada en la etiqueta es la respuesta a la pregunta retórica de todo coleccionista de vinos ¿Será éste el momento de abrirlo? Con un tiempo de reposo en copa desprende aromas equilibrados a frutos rojos y pimienta verde. Un poco habitual en estas cepas. Lágrimas corren por el cristal y muestran su paso por barrica y sus 14 grados de alcohol. Lo distinto viene en boca. Es allí donde encontré una experiencia única. Ejemplar tánico con buen nivel de astringencia. Sabores a frutos rojos, cuero y cenizas...pero algo sobresalió por sobre el resto y allí obtuvo el plus. Las notas de chocolate fueron tanto persistentes como agradables. Y el sólo hecho de pensar que una uva puede desarrollar ese tipo de sabores semejantes a los originales es mágico.

En fin, un vino único, redondo y equilibrado. Con buen final y persistencia que vale la pena probar.