Chucrut tradicional

Por: Nico Garay

El chucrut no es más que repollo fermentado en salmuera (agua con sal), tiene un elevado contenido de vitaminas y es un probiótico natural, lleno de bacterias beneficiosas para nuestro intestino. La mayoría de los chucruts que venden envasados están procesados, llevan aditivos y no son tan beneficiosos para nuestro aparato digestivo como el chucrut casero. Por eso merece la pena hacerlo en casa, siendo además un proceso realmente sencillo; realizado a partir de solo 3 ingredientes.

Ingredientes:

• 1 kg repollo blanco
• 2 cebollas grandes
• 20 gr  sal (1 cucharada sopera)
• Especias, hierbas, semillas, otras variedades de repollo y verduras (opcional).

Preparación:

Retirar las capas externas y con cuidado lavarlo sin frotar; las bacterias que ayudaran en el proceso de fermentación se encuentra en estas capas. Cortarlo en cuartos y remover el tallo. Ciselarlo. Entre más fino más rápido fermentara.

Pesar la cantidad de repollo ciselado y añadirle el 2% de sal y la cebolla en julianas. De forma opcional, se le puede incorporar especias, hierbas, semillas, otras variedades de repollo y verduras. Lavarse muy bien las manos y masajearlo durante 5 minutos hasta que este bote todos sus jugos. Dejar reposar 5 minutos y luego colocarlo en un recipiente para almacenarlo, presionando fuerte para que quede sumergido. Si el repollo no está sumergido en su salmuera, proliferaran mohos salvajes y se echará a perder el fermento. Los mohos crecen en contacto con el aire, es decir, son aeróbicos. Por eso, entre menos aire haya dentro del frasco, más improbable es la aparición de microorganismos indeseados.

Dejar fermentar durante al menos dos semanas (el tiempo de fermentación varía dependiendo el punto de acidez preferente del paladar de cada uno. Se puede dejar fermentar más de un año) a una temperatura de 18 ℃ a 24 ℃ preferentemente o a temperatura ambiente. Entre menos oscilación de temperatura tenga, mejor fermentara. Una vez abierto o iniciado su consumo, reservar en frío.