¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónGracias a los antioxidantes que posee, la ciencia nos ha dado grandes razones para comer a gusto el delicioso chocolate amargo.
Agradezcamos a la ciencia moderna, que nos ha dado grandes razones para comer a gusto el delicioso chocolate amargo. Ahora se sabe que el chocolate, que alguna vez se consideró “pecaminoso”, en realidad contiene los mismos antioxidantes que combaten enfermedades y que se encuentran en el vino tinto y en muchas frutas y verduras asociadas a una disminución del riesgo de enfermedades cardíacas.
Combate la ansiedad, el dolor de espalda y el estrés; levanta el ánimo, mejoría anímica, bueno para la presión alta, la salud cardíaca y como suplemento antioxidante.
Prefiera el chocolate amargo antes que el chocolate con leche y observe que el contenido de cacao sea por lo menos de 60 hasta 75%. A mayor porcentaje, el chocolate tendrá un sabor más amargo pero será más rico en antioxidantes. No se ha comprobado que el chocolate con leche tenga beneficios similares para la salud, y contiene grasas de la leche, altamente saturadas.
Los granos de cacao que se utilizan para preparar el licor de chocolate, la manteca de cacao y el cacao en polvo, que son la base de los productos de chocolate, están repletos de flavonoides. Estos poderosos antioxidantes neutralizan los radicales libres, que dañan las células y causan enfermedades. El chocolate amargo contiene muchas más partículas de cacao ricas en flavonoides que el chocolate con leche; por eso, si consume el chocolate por motivos de salud, deje a un lado las variedades dulces y prefiera el chocolate que contenga al menos un 60% de cacao. Los flavonoides del chocolate elevan en el organismo los niveles de ácido nítrico, un gas que hace que los vasos sanguíneos se relajen y dilaten, lo que a su vez promueve la circulación y una presión sanguínea saludables.
El chocolate es un regalo de amor y un mítico reparador de encuentros románticos frustrados. De las mujeres, en particular, se sabe que buscan chocolate cuando las invade la tristeza. También, en estudios realizados, el chocolate había hecho descender los niveles de las hormonas del estrés y benefició la ansiedad.
En cuanto al corazón, la Asociación Americana del Corazón presentó recientemente un resumen de años de investigaciones sobre el chocolate en un informe que publicó en su revista, Circulation (Circulación). ¿Cuál fue la conclusión? “El cacao ejerce sin duda efectos cardiovasculares beneficiosos”.
El motivo de estos efectos benéficos, decía el informe, es su concentración de polifenoles, que también se encuentran en frutas y verduras. Por ejemplo, en 2008, los investigadores de la Universidad Johns Hopkins y del Hospital Sinai en Baltimore llegaron a la conclusión de que consumir 100 gramos de chocolate amargo (con un 70% de cacao) todos los días durante una semana pueden hacer descender el colesterol malo LDL en un 6% y aumentar el colesterol bueno HDL en un 8%.
Ahora se sabe que el chocolate, que alguna vez se consideró “pecaminoso”, en realidad contiene los mismos antioxidantes que combaten enfermedades y que se encuentran en el vino tinto y en muchas frutas y verduras asociadas a una disminución del riesgo de enfermedades cardíacas.
ANSIEDAD, DOLOR DE ESPALDA, ESTRÉS, LEVANTAR EL ÁNIMO, MEJORÍA ANÍMICA, PRESIÓN ALTA, SALUD CARDÍACA, SUPLEMENTO DE ANTIOXIDANTES
Los granos de cacao que se utilizan para preparar el licor de chocolate, la manteca de cacao y el cacao en polvo, que son la base de los productos de chocolate, están repletos de flavonoides. Estos poderosos antioxidantes neutralizan los radicales libres, que dañan las células y causan enfermedades. El chocolate amargo contiene muchas más partículas de cacao ricas en flavonoides que el chocolate con leche; por eso, si consume el chocolate por motivos de salud, deje a un lado las variedades dulces y prefiera el chocolate que contenga al menos un 60 por ciento de cacao. A mayor porcentaje de cacao, más elementos beneficiosos. Los flavonoides del chocolate elevan en el organismo los niveles de ácido nítrico, un gas que hace que los vasos sanguíneos se relajen y dilaten, lo que a su vez promueve la circulación y una presión sanguínea saludables.
El chocolate se compone de tres tipos de grasas en proporciones aproximadamente iguales. Una es el ácido oleico, una sustancia grasa saludable para el corazón. Las otras son los ácidos esteárico y palmítico, que son formas de grasas saturadas, pero a diferencia de aquellas que aumentan el colesterol dañino, el ácido esteárico parece tener un efecto neutro. Por su parte, el ácido palmítico sí eleva los niveles de colesterol, pero sólo constituye una tercera parte de las calorías grasas del chocolate.
La cantidad de chocolate amargo que se usó en ciertos estudios, 100 gramos, representa nada menos que 550 calorías. Esto es demasiado para que la mayoría de las personas lo coma habitualmente. Si querés darte un gusto a diario, conformate con 40 gramos, que contienen 220 calorías; pero asegurate de suprimir 220 calorías de otros alimentos menos saludables.
Los científicos están cerca de descubrir la razón de la supuesta felicidad que el chocolate genera. Científicos del Centro de Investigación Nestlé, en Suiza, examinaron los efectos del chocolate sobre los niveles de las hormonas de estrés. Convocaron a 30 personas y midieron sus niveles de ansiedad: 13 fueron evaluadas como con alta ansiedad y 17, con poca. Todos recibieron 20 gs de chocolate amargo dos veces al día. Tras dos semanas, los exámenes de sangre y orina demostraron que el chocolate había hecho descender los niveles de estrés en todos los casos, pero más en las personas con ansiedad alta.
Los investigadores de la Universidad Johns Hopkins y del Hospital Sinai en Baltimore llegaron a la conclusión de que consumir 100 gs de chocolate amargo (con un 70 por ciento de cacao) todos los días durante una semana pueden hacer descender el colesterol malo LDL en un 6 por ciento y aumentar el colesterol bueno HDL en un 8 por ciento. Finalmente, investigadores italianos en colaboración con el Centro de Investigaciones en Nutrición Humana y Envejecimiento del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, en la Universidad Tufts, estudiaron a 19 personas con presión sanguínea alta y problemas para controlar el azúcar en sangre. Les dieron una porción diaria de 100 gs. Tras 15 días, los grupos cambiaron de chocolate amargo a chocolate blanco. Resulta que comer chocolate amargo baja la presión sistólica en 12 puntos (el primer valor de la presión sanguínea), y la presión diastólica en 9 puntos. Pero no así el blanco. Más aún, comer chocolate amargo reducía la inflamación, factor de riesgo de enfermedades cardíacas, y aumentaba la sensibilidad a la insulina, un factor importante para el tratamiento de la diabetes tipo 2.
Fecha de Publicación: 07/06/2021
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