Vino, hierbas, cítricos, café, cacao: el Calimocho trae a nuestro paladar sabores de todo tipo. Prepararlo es muy simple, pero tiene un paso previo. ¿Vamos?
- Método: directo
- Hielo: rocas
- Vaso: copa de vino
- Decoración: rodaja de naranja, rama de menta
Ingredientes
- 50 ml de Santa Julia tempranillo (o similar)
- 100 ml de cola casera
Preparación
En una copa de vino, colocar el Santa Julia tempranillo y la cola casera junto con cuatro piedras de hielo. Revolver y decorar con media rodaja de naranja y la rama de menta.
¿Cómo hacer la cola casera?
Ingredientes
- 30 semillas de coriandro
- 10 semillas de cardamomo
- Pizca de nuez moscada
- Ralladura de una naranja
- Piel de dos limas
- Piel de un limón
- 100 g de café molido
- 100 g de cacao en polvo
- 300 g de azúcar
- 3 flores frescas de lavanda
Preparación
Colocar los ingredientes en un litro de agua y cocer por media hora a fuego medio. Luego, colar y tamizar (con el colador chino y un lienzo) y colocar en un sifón iSi. Agregar una carga y guardar en la heladera.
Sobre el autor
Me crié en Pinamar, en la costa de Buenos Aires, frente al Mar Argentino, acunado por las mareas, ese movimiento de ascenso y descenso de las aguas causado por el Sol y la Luna. El océano Atlántico y su horizonte me recordaban el lugar desde el que llegaron mis abuelos. El mar es una metáfora de mi vida. Soy Renato Giovannoni, fui mozo, jardinero y albañil. Estudié cine en Los Ángeles, también me gusta dibujar y me recibí de director de arte publicitario. Pero elegí ser bartender, y todo lo que aprendí de los lugares y de la gente que conocí lo aplico en mis tragos. Vivir es también navegar, y hay una bebida para acompañar cada momento. Me conocen como Tato. Bienvenidos a mi mar.
Me crié en Pinamar, en la costa de Buenos Aires, frente al Mar Argentino, acunado por las mareas, ese movimiento de ascenso y descenso de las aguas causado por el Sol y la Luna. El océano Atlántico y su horizonte me recordaban el lugar desde el que llegaron mis abuelos. El mar es una metáfora de mi vida. Soy Renato Giovannoni, fui mozo, jardinero y albañil. Estudié cine en Los Ángeles, también me gusta dibujar y me recibí de director de arte publicitario. Pero elegí ser bartender, y todo lo que aprendí de los lugares y de la gente que conocí lo aplico en mis tragos, que comparto en este sitio. Vivir es también navegar, y hay una bebida para acompañar cada momento. Me conocen como Tato.
Bienvenidos a mi mar.