Cuando alguien es bueno en lo que hace, no necesita anunciarlo a los gritos: se nota. Con los lugares pasa lo mismo. Cualquier desprevenido que camine por la calle Thames al 800, en el barrio porteño de Villa Crespo, seguramente pasará por su puerta sin notarlo. Pero allí está, sin carteles ni señales, escondido en una calle oscura. Su nombre está ligado de forma indeleble a su dirección: 878.
878 es un bar. Un speakeasy, podríamos decir: esos bares que, simulando a los que funcionaban en los años de la ley seca de Estados Unidos, están ahí solo para los que los conocen. Pero 878 viene de una época en la que este tipo de bares no proliferaban en la Ciudad de Buenos Aires, hace más de 15 años.
De boca en boca
En 2004, post crisis (cuándo no), una joven pareja decidió que quería inaugurar una propuesta diferente. Julián Díaz y Florencia Capella tenían algo más de 20 años, poco presupuesto, pero una visión muy clara. El lugar elegido fue una casona porteña típica, cuya estructura respetaron. Con más garra que capital, hicieron foco en lo importante: la barra y la calidad de los tragos. Y no necesitaron mucho más que eso para que la voz empezara a correr.
En una época en la que no se contaba con el impulso de las redes sociales, el contacto directo y el boca en boca fueron los que llevaron a este bar, de puerta anónima, al éxito rotundo. Hoy lo conocen todos. En 2011, obtuvo el puesto número 25 entre los mejores 50 bares del mundo, según la revista Drink International.
878 posee una coctelería clásica e innovadora a la vez, una extensa carta de vinos y una cocina ciento por ciento argentina. Sin embargo, la mejor forma de experimentar el lugar es sentarse a la barra, elegir una bebida base y pedirle al bartender que haga su magia. El resultado es un viaje inesperado cada vez.
¿Dónde?
878 Bar
Thames 878, Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Licenciada en Comunicación Social y correctora. Nacida y criada en el oeste del conurbano bonaerense. Sagitariana, vegetariana, crossfitera y viajera. Estoy convencida de que, con las palabras, podemos hacer magia. Pasen y lean.