Aunque las trufas son uno de los hongos más caros, su sabor hace desear muchas veces su presencia. Y es posible que en el corto y mediano plazo, se pueda ver un poco más en los locales cordilleranos, gracias a un interesantísimo proyecto que de a poco va creciendo en El Bolsón. Si tenés, o si ves en la carta de un restaurante o bar, pedila, nos lo vas a agradecer. Mientras tanto, te traemos recetas.
Salsa de trufa blanca
El acompañamiento perfecto para un plato de carne, pollo o también pastas como ravioles o canelones.
Primeramente se coloca en una sartén al fuego dos cucharadas de aceite de oliva. Medio fuerte, para que los sabores se integren de forma correcta y eficaz. Luego de este paso, sigue tirando 100 mililitros de nata y 10 gramos de trufa blanca en virutas; se mezcla para que quede bien integrada y cuando comienza a hervir, se retira del fuego.
Se añade alguna hierba, como eneldo, junto a pimienta y sal a gusto. Este paso es optativo, pero su homogeneidad, incentiva a hacerlo: colocar toda la mezcla en una batidora para que se triture todos los ingredientes. Y ahora sí: lista para colocarla en el plato de almuerzo o cena.
Sin embargo, se pueden realizar otras recetas donde las trufas están rayadas o laminadas, como es la siguiente.
Pollo al vino dulce con trufas
Para esta preparación vamos a necesitar un pollo trozado, 4 tomates, una cebolla, medio litro de vino dulce, trufa, aceite, una cucharada de harina, sal y pimienta.
Primero se pela y pica la cebolla; luego a los tomate se los pela y se trozan: una vez listo este paso, se calienta una olla con un chorro de aceite (de oliva si se quiere, para más sabor), y se rehogan las verduras recientemente cortadas.
Cuando ya se perciba que están, se agregan los trozos de pollo: éste tiene que dorarse y recién ahí se tira medio litro de vino blanco y/o dulce. Y ahora sí, en forma de láminas, las trufas. Cuando el pollo esté a mitad de cocción, se coloca la sal y la pimienta a gusto. Cuando por fin esté hecho, retiramos solos los trozos de pollo: para poder realizar el próximo paso que es espesar la salsa. En un vaso, se coloca la harina, un poco de salsa y se mezclará por menos de un minuto para conseguir un espesor digno de este plato: finalmente, la presentación. ¡Y buen provecho!
Y aunque las trufas “verdaderas” son muy ricas, conseguirlas sigue siendo difícil. Existen, como en todo el mercado de cualquier verdura, hongo, frutas, sabores que intentan tener el mismo sabor, peculiar que se suma bien a menús que comemos en el cotidiano.
Tortilla de espárragos con trufas
De esto hablamos cuando mencionamos preparaciones cotidianas a las que le podemos agregar el toque distintivo de la trufa. Para esto, vamos a necesitar 12 espárragos, dos cebollas medianas, tres huevos, trufa “falsa” y sal y pimienta a gusto.
En la sartén se coloca un poco de aceite, rehogamos las cebollas; cuando ya lo estén, se agregan dos bolitas de trufa troceada, se mezcla y se saltea durante un minuto, no mucho más ya que son de rápido cocinar,
Esto es un paso optativo, si una persona se quiere cuidar un poco más: se puede sacar el exceso de aceite, ya que ahora sí comenzaremos con la tortilla en sí. Se baten los huevos, se añade sal y pimienta: unimos a la mezcla de espárragos y trufa y ¡a la sartén!.
Y cómo una tortilla normal, se cocinará de un lado y del otro, con los cuidados pertinentes para no quemarnos en ningún momento. Y listo, una tortilla distinta, con un sabor fuerte.
Licenciado en Comunicación Social. Nacido y criado en Chubut, actualmente alejado del pago. Siempre que puedo, hablo de la Patagonia. Tengo buena memoria –para cosas bastante intrascendentes, pero buena memoria en fin–. Le meto ganas a lo que hago, porque sin pasión no vale la pena.