El vino patero es, sin lugar a dudas, una marca registrada argentina. Es el más natural de todos y, aun hoy, se mantiene su proceso de elaboración artesanal. Su nombre no deja lugar a dudas: para producirlo se utilizan las “patas”. Es decir, se pisan las uvas con los pies, literalmente.
En un principio, la técnica se reducía a pisar las uvas sobre cuero de vaca y recolectar el mosto resultante. Este era depositado en tinajas de barro para dar lugar a la fermentación. Finalmente, la magia: el jugo natural de la uva se transformaba en el preciado vino. No existían filtrados, solo la propia decantación. Con el tiempo, el cuero animal fue reemplazado por palanganas y comenzaron a utilizarse botas. Pero el vino patero aún mantiene su método y su vigencia.
Licenciada en Comunicación Social y correctora. Nacida y criada en el oeste del conurbano bonaerense. Sagitariana, vegetariana, crossfitera y viajera. Estoy convencida de que, con las palabras, podemos hacer magia. Pasen y lean.