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Una fiesta que supo vencer las adversidades

La Fiesta Nacional del Cordero de Puerto Madryn tuvo sus inicios en la década del 70 y con los años superó escollos que impidieron su normal desarrollo.

La ciudad chubutense de Puerto Madryn, además de tener una rica historia por ser el punto al que arribaron el 1865 los colonos galeses, tiene una amplia oferta turística por su extenso balneario a orillas del mar Argentino, sus playas en cercanías del ejido urbano y una celebración popular que ha sabido sobreponerse a las vicisitudes que desde sus inicios ha sufrido: la Fiesta Nacional del Cordero.

Se trata de un evento que tiene sus orígenes en la década del 70, pero que ha pasado por interrupciones debido a la coyuntura del país en estos 43 años. Así como también las inclemencias climáticas extremas, características de la Patagonia, que han impedido su normal desarrollo: desde sequías con extensas temporadas sin que una gota de agua caiga el cielo, hasta los crudos inviernos que asolaron a pobladores y al ganado.

En 1977 fue cuando se realizó la primera Fiesta Provincial del Cordero, que un año más tarde obtuvo el reconocimiento como Fiesta Nacional. Se trata de una celebración de cuatro días que, en los últimos años, logró consolidarse sobreponiéndose a las adversidades y a las suspensiones. La fiesta ofrece un variado programa que incluye actividades culturales que se complementan con acciones propias del campo como las demostraciones de esquila, de destrezas criollas y la jineteada. Hasta Puerto Madryn llegan miles de personas que logran disfrutar del evento y de las playas madrynenses, así como también aprovechan para recorrer las localidades aledañas.

El predio de la fiesta -que con los años va variando- se transforma en un reflejo de la vida del campo patagónico, permitiendo apreciar elementos típicos como corrales, tranqueras, bretes, aljibes, tanques, bebederos, molinos, comederos, fardos, ruedas, carretas y faroles.

Otro de los grandes eventos que se realiza en el marco de la fiesta es el que se desarrolla con perros de campo, adiestrados para el arreo de ovejas. Allí participan algunos de los canes previamente galardonados en la Fiesta Provincial del Perro de Campo, que se desarrolla en la localidad de Telsen, un pueblo enclavado al norte de la provincia en la Meseta de Somuncurá, territorio que Chubut comparte con Río Negro, donde se dice que hay evidencia del paso de los Templarios, que habrían arribado a la Patagonia para mantener oculto y a salvo el Santo Grial.

Una fiesta que se sobrepone a las adversidades

Como se mencionó anteriormente, la primera edición (provincial) de la Fiesta del Cordero se realizó en 1977 y un año más tarde se le otorgó el reconocimiento nacional. Sin embargo su organización y desarrollo desde aquellos años ha sido irregular, a tal punto que, hasta el año 2001, solo se habían realizado trece ediciones, cuando, si se hubiera realizado de manera regular, el número sería de casi el doble.

A las extremas condiciones climáticas como las sequías -dado que en la zona llueve un promedio de 150 milímetros por año- o los crudos inviernos con nevadas extraordinarias que afectaron la producción ganadera, se han sumado también otros factores vinculados a la coyuntura de la Argentina. Uno de esos ejemplos fue la guerra de Malvinas, a la que los memoriosos le atribuyen "un factor depresivo que afectó los ímpetus de los organizadores" y que también influyó para que la organización de la fiesta no sea regular.

En el año 2001, en plena crisis de la Argentina comenzó una etapa de seis años sin que uno de los eventos más convocantes de Puerto Madryn se realizara. Hasta que, en 2007, la Fiesta Nacional del Cordero renació y comenzó nuevamente a atraer a turistas y vecinos de localidades aledañas que comparten en familia los espectáculos, las destrezas gauchas y disfrutan de un buen cordero patagónico.

Este año la coyuntura vuelve a impedirnos de poder festejar. Recientemente, el intendente de Puerto Madryn, Gustavo Sastre, consideró que lo apropiado para evitar las aglomeraciones de gente es suspender la fiesta, ya que entiende que no se puede apelar a una versión virtual, como sí ha pasado con otros eventos. El calor de la gente, los fogones, las tropillas no pueden transmitirse de la misma manera que cada año, por lo que se comunicó que este 2020 no habrá Fiesta Nacional del Cordero.

Pero, si algo nos enseñó esta celebración popular, es que la cancelación de este año solo servirá para volver con más fuerza el próximo, porque sabe superar adversidades para estar más firme que nunca. 

Que así sea en 2021.

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