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Una devoción que dio origen a un pueblo

Todos los 14 de septiembre, la localidad de Empedrado (Corrientes) festeja la fiesta de su querido patrono, el Señor Hallado. Te contamos de qué se trata.

La Fiesta Patronal del Señor Hallado, en la localidad de Empedrado (Corrientes), está unida desde el principio de los tiempos con el origen de la ciudad. Esta pequeña ciudad, ubicada a apenas 60 kilómetros de la capital correntina, tiene una fuerte devoción por este santo. Es que detrás del Señor Hallado hay una interesante historia que explica tanto agradecimiento de parte del empedradense con tan misteriosa figura.

Los 14 de septiembre son a pura conmemoración. Desde las 0 horas se oficia el Encuentro del Señor Hallado con su pueblo. Posteriormente, a las 6 de la mañana se reza el rosario de la Aurora. Por la tarde, siguen los desfiles y la tradicional procesión por las calles del pueblo. La Fiesta concluye a las 17 con una multitudinaria Santa Misa Patronal.

Han pasado más de 300 años desde el origen de la celebración, que hoy sigue repitiéndose como si nada hubiese cambiado. Dicen que todo comenzó con un sitio próximo a la actual Empedrado. A principios del siglo XVII, no había nada allí, excepto un misterioso oratorio en donde se comenzó a venerar a un Cristo Crucificado. Más conocido como el Señor Hallado. Precisamente en torno a esa capilla surgió la población de Empedrado, cuya fecha fundacional se considera en 1806. La pregunta es ¿de dónde salió el Señor Hallado?

Lo que se haya no se devuelve

Dice la historia, la leyenda o el mito popular, que una mañana de 1739, un hombre peregrinaba a Itatí. El peregrino se detuvo a descansar en la zona de la desembocadura del arroyo Empedrado, cerca de un pueblo destruido. Cuentan que sintió una presencia que lo llamó a mirar hacia la copa de un árbol, en donde pendía una cruz.

Don Felipe (aparentemente ese era su nombre) siguió su camino a Itatí, llevándose la bendita cruz consigo. Al contar su experiencia a los sacerdotes, estos bendijeron el madero labrado y lo persuadieron de construir una capilla para honrar al Cristo. Al encontrado. De allí, proviene su nombre característico.

El hecho se “viralizó” al viejo estilo. Feligreses y devotos de toda la provincia comenzaron a acudir al famoso oratorio para venerar al crucifijo. En esa época no era fácil acceder a él. Había que transitar por un camino rocoso y empedrado con material de la zona. Pero la gente lo hacía igual.

De tanto rezar, las personas se fueron quedando, y así pasaron los años, hasta que, en 1826, el Señor Hallado presidió la fundación del pueblo nuevo. Un año después construyeron la primera capilla y hoy, todos los 14 de septiembre, los empedradenses le rinden culto en su día.

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