Es una festividad única y con una participación popular. En un principio al hablar del Toreo de Casabindo y la Asunción de la Virgen María, nos referiríamos a un tema católico. Pero el encuentro es mucho más que eso, las corrientes culturales y ancestrales que influyen son muy distintas unas de otras.
En realidad la tradición se llama Toreo de la vincha de Casabindo, y no es una corrida de toros como las que podemos ver en España. Aquí se resume en un juego donde el premio es una vincha, y el hombre y los animales se la disputan. Con una fuerte pasión espiritual en nombre de la libertad y la Virgen María.
La historia
El pueblo originario era sometido por los españoles que explotaban las minas de Casabindo. Quipildor Tabarcachi plantea la idea de ser libres, pero es capturado y apresado. Los españoles lo llevan a la plaza de toros en Casabindo. Una vez dentro, ninguno de los toros que estaba ahí lo ataca. Al ver que no había reacción, uno de los españoles pidió quitar la vincha de Tabarca con monedas de plata y colocársela a un toro para que él la recuperara. El joven logra recuperar su vincha, pero en ese momento es atacado por uno de los toros que le genera heridas mortales. Antes de morir, con sus últimas fuerzas, Quipildor consagra la vincha a la Virgen María. Esto sucedió un 15 de agosto y por eso Jujuy mantiene esta tradición por la libertad.
La tradición
Se desarrolla frente a la iglesia de Casabindo. La actividad principal es quitarle al toro una vincha con monedas de plata. Una actividad que no plantea una relación cruel con el animal como podríamos imaginar. El pueblo se concentra en nombre de la Libertad, la Justicia y la Virgen María.
En los festejos jujeños se pueden apreciar otras costumbres y culturas regionales. Hay bandas de sikuris, el baile del toro, Samilantes, tocadores de Erke, y también ofrendas para la Pachamama.
Licenciado en Comunicación Social y periodista. Soy instructor de tenis y gané un Interclubes, también soy jugador y crítico de videojuegos. Siento que tengo un superpoder, pero aún no logro descubrir cuál es ni su alcance, imagino que es escribir. Siempre con la guardia alta.