¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónLos santafesinos nos enojamos cuando, en un bar, nos traen lisos y “se olvidan” los ingredientes. ¿No sabés qué son? Te lo contamos.
En Santa Fe, cuando vamos a algún bar, comedor, restaurante o bodegón, pedimos un liso o un porrón y damos por sentado que tienen que venir con ingredientes. ¿En tu ciudad no les dicen así? ¿O no está arraigada esa costumbre? Acá sí y, si no los traen, nos da mala espina el lugar. Puede ser algo sencillo como la clásica bandejita metálica de 15 centímetros por 5 con tres pequeños compartimentos: pororó, maní y palitos. ¡Listo! Con eso, el liso se toma como se debe. En algunos restó, te acercan algún cuenco con una pastita especial, alguna crema y tostadas saborizadas. Vale también. Quienes peinan canas, recuerdan que, en épocas de menos malaria, los ingredientes consistían en lupines, aceitunas rellenas y pickles. Algún que otro bar muy tradicional mantiene ese “lujo”.
Una condición básica de los ingredientes: ¡no se cobran! Tienen que ser una atención del comercio para con el cliente. De paso, somos tan birreros que, mientras esperamos lo que pedimos para comer, es importante tirarle algo sólido al estómago, y así evitar estragos digestivos o embriaguez prematura. Es justamente por esa condición de gratuidad que, en estos tiempos de vacas flacas, los ingredientes suelen consistir en apenas un poquito de palomitas de maíz o, a veces, “se olvidan” de llevártelos.
Sí es cierto que, actualmente, en varios lugares para comer de Santa Fe los ingredientes no existen. Pero, seguramente, se trata de franquicias extranjeras, o de otra parte del país donde estos no son costumbre, o algún restaurant demasiado refinado.
¿Cómo viene la mano con este tema en tu ciudad? ¿También está la costumbre de los ingredientes? ¿Les dicen de otra forma?
Por último, se abre el debate: ¿vale “exigirlos” si lo que pediste es un vino o una gaseosa, o son exclusivos de la cerveza?
Fecha de Publicación: 30/07/2020
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