¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónSi te pedís un vermut, no va a faltar el que te diga que es “de viejo”. Ignoralos, no entienden nada. El vermut es de esas bebidas que crean momentos perfectos, en soledad o en compañía. Que llegan para alegrarte el alma. El vermut tiene la capacidad de hacer que la vida sea un poquito mejor. ¿Te parece mucho decir de un simple licor? Puede ser. Pero, en este caso, es absolutamente cierto.
La hora del vermut, para los abuelos, era antes del mediodía. Entre las 11 y las 13. Porque la función de esa bebida es la de funcionar como un aperitivo: acompañado de unas aceitunas, unas papas fritas o alguna otra cosa para “picar”, sirve para abrir el apetito y esperar la comida como más ganas.
Quien no guste de beber tan temprano, también puede pasar esa misma tradición para la tarde: diría que a las 19 es el momento ideal para un vermucito. Y me dan la razón las muchas vermuterías que se multiplican por todos lados y, alrededor de esa hora, están en su momento alto de concurrencia.
Mucha de la magia del vermut viene, justamente, de esos instantes que se crean en torno al ritual. Ya sea en casa o en el bar, es el momento de frenar, relajar y disfrutar. Es la belleza de las tradiciones, abandonadas en algún momento, y retomadas para fortuna de las nuevas generaciones.
El vermut es más maravilloso si no se toma en exceso. No existe tal cosa como “emborracharse con vermut”. No porque no sea posible, sino porque no es el objetivo. Un vermut, a lo sumo dos, son más que suficientes para disfrutarlo en su medida justa. Y después seguir con alguna otra bebida, claro que sí. Pero, si hay borrachera, no podremos echarle la culpa al vermut.
Como en toda tradición, hay posturas contrapuestas respecto a este punto. Así como existen los defensores del mate dulce y los fundamentalistas del mate amargo, el vermut también tiene de los suyos. Hay quien dice que se toma con hielo y una rodajita de naranja, como lo consumen en España.
En la Argentina, en cambio, lo preferimos con soda. Porque díganme si el sifón no viene a darle su toque mágico también. Un chorrito basta, junto con el hielo y, quizás, una rodaja de limón. Están los que le agregan una aceituna también.
Y, por supuesto, también forma parte de algunos tragos clásicos.
Fuera de la hora habitual del vermut, también es válido consumirlo como parte de algún cóctel. Estos son algunos de los más populares.
Ingredientes:
Colocar varios hielos en un vaso de trago largo, agregar las medidas de Campari y vermut rojo, y un golpe de soda. Con cuchara larga, remover la mezcla con suavidad y decorar con una rodaja de naranja.
Ingredientes:
Verter en un vaso bajo con hielo el Campari, el vermut y el gin. Revolver suavemente. Decorar con una rodaja de naranja.
Ingredientes:
Verter los ingredientes en un vaso de trago largo con hielo, mezclar suavemente y disfrutar.
Imagen: Freepik
Fecha de Publicación: 26/03/2023
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