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Entre el cuarteto y el tango

En la ciudad de las mujeres más lindas, del fernet, de la birra, también existe el tango. Todos los domingos, cordobeses se juntan a tirar unos pasos.

Si se trata de bailar, no se diga más. En Córdoba, siempre nos la rebuscamos y ponemos hora y lugar. En este caso, para bailar tango, nos juntamos los domingos en la ex plaza Vélez Sarsfield. Se trata de un punto estratégico. Además de ser amplio y tener la capacidad de alojar a muchas parejitas tangueras, se visibiliza la movida.

Jóvenes y adultos, personas de todas las edades, se amontonan al frente de la Casa Radical de Córdoba. Instalan el parlante que transmite los mejores tangos para poder bailar. Entre gente danzando y gente pasando, la actual plaza Agustín Tosco se convierte en una fiesta. Esta tradición es totalmente autogestiva. Los cordobeses tangueros lo organizan. Todos los domingos alrededor de las 20:30, hasta aproximadamente las 00:30, se juntan  a compartir su pasión por esta danza. Además, todos son bienvenidos. La idea de hacer cada vez más grande el movimiento del tango en la provincia está latente. Y muchas personas, de curiosas nomás, se terminan sumando a bailar tango.

Y ¿quién dijo que en Córdoba sólo se baila cuarteto?

Quien lo dijo estaba equivocado. Al tratarse de una provincia en la que conviven personas de todo el país y el mundo, los estilos musicales son muchos. Las prácticas artísticas y las danzas, también. Cada género musical tiene su ritual: el cuarteto tiene el baile y el tango, la ex plaza Vélez Sarsfield.

Además, Córdoba tiene sus estrellas. Muchos cordobeses participaron del Mundial de Tango realizado en la provincia de Buenos Aires. Desde Córdoba, para el resto del mundo, el show que se da en la plaza rutinariamente todos los domingos es gratuito. Ya que se trata de personas que simplemente se juntan a compartir. Y, bueno, siempre alguno que otro espectador se queda a mirar, porque le pica el bichito de la curiosidad. Y encima, como bien argentos que somos, sabemos que mirar a una pareja bailar tango es deleitarse con la química, el ritmo y la sensualidad. Esto nos genera una mezcla de emociones, que nos invita a quedarnos a chusmear, siempre que escuchamos un bandoneón que suena.

Y sí, llevamos el baile en la piel. En sus diferentes expresiones, con diferentes ritmos y tonos, nos tiramos unos pasos en donde sea y como sea. Los cordobeses somos así.

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