El Rally cordobés

Entre clásicos, superclásicos, partidos clave, aperturas o cierres de torneo, se nos pasa el año a todos los argentinos. Siempre hay algunas fechas que son más esperadas que otras. Para los cordobeses hay un evento que es el más importante. El único. El que esperamos tachando uno por uno los días que pasan, esperando a que llegue el momento. Por este evento hacemos todo lo posible. Ahorramos una banda, nos cagamos de frío y hasta somos capaces de ir con alguien que no nos bancamos para poder vivirlo. Es el Rally cordobés, el evento que condensa toda la magia del ser de Córdoba.

Este evento se da en las Sierras y, la mayoría de las veces, en fechas en las que el frío te cala los huesos. Pero no nos importa nada, y nosotros no faltamos ¡ni ahí! Los preparativos empiezan por lo menos un mes antes. Nos ponemos las pilas entre los grupos de amigos, o con la familia. Nos organizamos para ver quién pone el auto, quién pone las reposeras, la carpa, los abrigos, de dónde sacamos la conservadora, etc.

Cuatro días intensos

Es un evento televisado y recorre gran parte de las Sierras de Córdoba. En general el evento dura 4 días. Y son 4 días de puro asado, pritiau y fernet. Entre amigos y cuartetazos, y de vez en cuando algún que otro rock, la espera por ver pasar los autos es la gloria. Lo gracioso es que la mitad de la población asistente sabe lo mínimo sobre autos. En realidad, es más importante el encuentro, el compartir juntos, que la carrera en sí.

Por eso es tan especial, porque en esta fecha (y en sus vísperas) se respira complot. Organización y coordinación para poder asistir. El grupo de amigos se convierte en una empresa de logística, para que en esos cuatro días no falte ni asadito, ni música, ni chupi. Un show único. Las pasadas de los autos se convierten en el gol más cantado de la historia. Y con tonada cordobesa.