Compañero irremplazable de chacareras, zambas y malambos, el bombo legüero es una pieza imprescindible de nuestro folklore. Oriundo de Santiago del Estero, desde allí se expandió por todo el norte argentino. Sin embargo, sus bondades iban más allá de la música.
El nombre del bombo legüero no es casual. Se llama así porque puede oírse, literalmente, a una legua. En su Santiago natal, incluso se lo utilizaba para delimitar territorios. ¿Hasta dónde llegaba un pago y comenzaba otro? Fácil: hasta donde se escuchaba el bombo, exactamente una legua.
Licenciada en Comunicación Social y correctora. Nacida y criada en el oeste del conurbano bonaerense. Sagitariana, vegetariana, crossfitera y viajera. Estoy convencida de que, con las palabras, podemos hacer magia. Pasen y lean.